Tras debatirme ante los títulos de cartelera del cine de mi barrio, me decanté por esta película española, por eso de darle apoyo al cine español bla bla bla. Animada por el buen sabor de boca al ver algunas películas nacionales, que me causaron una gran sorpresa, tengo que decir que parece que he roto la racha. Ahora os explico el por qué.
¿De qué va?
¿De qué va?
Nos encontramos en el año actual, la raza humana desarrolla lo que se califica como "pánico", una agarofobia a nivel mundial que no permite a las personas estar en el exterior más de unos segundos, ya que les causa la muerte. Marc (Quim Gutiérrez) es un ingeniero informático que trabaja para una gran empresa. De repente se quedará en el edificio en el que trabaja "atrapado" con el resto de compañeros. Acompañado por Enrique (José Coronado), un jefazo de recursos humanos, intentará encontrar a su novia (Marta Etura) en un viaje subterráneo por el metro y las alcantarillas de Barcelona.
La crítica
Me debato entre los diferentes enfoques que se le puede dar a la crítica de esta película, pero voy a optar por ser subjetiva y guiarme por la sensación que me dejó el visionado de este filme.
La historia que nos presentan los hermanos Pastor es una fuerte apuesta por el cine apocalíptico. Muchos efectos especiales para mostrarnos una Barcelona desolada, al menos en la superficie. El modo en que se nos muestra una de las ciudades más importantes del mundo, habitada por coches abandonados y papeles rodando por las calles, es una imagen brutal. Para mí es de lo mejor del filme.
A nivel visual el trabajo está bien hecho. Los escenarios bien seleccionados. Como habitante de la ciudad condal debo decir que me encantó este montaje de una Barcelona destruida y sin vida, una visión complicada para un lugar que es paraíso de turistas. Fuera de la gente de Cataluña, o que haya visitado la ciudad, no sé si el impacto será el mismo, pero sólo por no ser Nueva York (que está más que visto) tiene bastante gancho.
Queda patente que la película no está enfocada a hablarnos del fin de nuestra realidad actual. La trama nos habla de que en el momento más duro y desconcertante lo único que nos va a importar va a ser estar con aquellos a quien más queremos. Puede que sea una idea algo ñoña dentro del marco que os acabo de hablar, aun así es perfectamente válida.
Marc y Enrique son personajes inicialmente opuestos: el explotado y el explotador. El trabajador y el jefazo. Como cabría esperar, el viaje que iniciarán juntos les hará conocerse de verdad y convertirse en amigos. Se necesitarán el uno al otro y aprenderán a confiar entre ellos en los momentos más peligrosos.
Marc buscará a su novia desesperadamente, por que la quiere y también porque la última vez que hablo con ella tuvieron una gran pelea. Una presión extra que dota de más emotividad y desespero a su búsqueda. Enrique no nos desvelará a quién quiere encontrar y su revelación será un punto de inflexión en la historia.
Supongo que el problema que se me plantea es que han dedicado demasiado esfuerzo al envoltorio de la historia que al guión propiamente dicho. Los personajes no se desarrollan, no tienen un carácter marcado ni una relación sólida. Todo va a pasando a trompicones, te machacan algunos aspectos de tal forma que se sobrecarga el valor que se le quiere dar y pierde interés. Como por ejemplo la parte que conicerne a Marc.
Es un chico que no sabes si es borde o majo. Siempre parece estar en el extremo: o cabreado o taciturno. Incluso la relación con su novia no me acabo de calar. No se ve ese amor en mayúsculas que nos quieren meter entre ceja y ceja, y que le mueve tan desesperadamente para encontrar a Júlia (Etura).
El inicio del filme mezcla la actualidad con los flashbacks que explican el pasado inmediato de los personajes. En mi opinión no están bien cuadrados. El montaje elegido parece actuar para un fin estético o ritmico, que no es necesario en ese momento, pues el espectador está intrigado con el por qué de la situación. Supongo que si hubiero sido más lineal todo el apartado que se refiere al pasado, nos mostraran la relación amorosa en su mejor momento, luego durante el cambio de realidad para finalizar en la sitación actual, habría empatizado en mayor medida. El actor elegido para el papel protagonista no me acaba de convencer, podría ser por la manía que tiene siempre de mirar desde abajo, con una inclinación de 45 grados, para dar un énfasis a sus diálogos.
Hacia el final de la película la historia pierde el norte y se convierte un un caos sin mucho sentido. Elementos que se nota que querían introducir sí o sí, como lo de las tribus urbanas en el centro comercial, y los últimos minutos, los que corresponden al epílogo, son de apaga y vámonos. Todo esto acrecentado con una mala elección, en mi opinión, de la banda sonora.
A pesar de todo lo anterior, tiene sus momentos. Se vislumbran buenas ideas. Visualmente está bien construída aunque internamente mal acabada. Si la véis ya me diréis vuestra opinión.
Información de más
- El presupuesto de la película fue de 5 millones de euros.
- Los directores Alex Pastor y David Pastor también dirigieron juntos en 2009 'Infectados'. Además David ha sido guionista en varios episodios de la seride televisión española 'El barco'.
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