En el podcast número seis de ¡Ahora critico yo! Charlie, David y Tirso hablan sobre si las películas envejecen de mejor o peor forma. ¿Cuáles son las que han envejecido mejor? ¿Cuáles son las que lo han hecho de manera más descarada?
Volvemos a la carga con otro podcast plagado de polémica ¿Qué es el cine de culto? Con esta premisa, David, Charlie y Tirso repasaran algunas de las películas recientes y revisarán si podrían ser consideradas cine de culto o no.
Episodio número 4 de ¡Ahora critico yo! con los mismos personajes de siempre: Charlie, David y Tirso. En este episodio caen un par (o más) de palos a Emma Watson y se repasa los casos de actores que han pasado a dirigir películas.
A lo largo de la historia siempre ha habido eternos debates que nos han quitado el sueño ¿Piña en la pizza? ¿Tortilla de patatas con o sin cebolla? ¿Doblaje o VOSE? En esta ocasión, David, Charlie y Tirso vuelven al eterno debate y comentan, critican y destacan (una vez más) sobre el doblaje.
Volvemos a por más: esta semana repasamos la carrera de Robin Williams, uno de los actores más carismático de finales de los 80 y todos los 90.
Os presentamos el podcast de ¡Ahora critico yo! Dónde Charlie, David y Tirso comentamos nuestras impresiones e idas de olla sobre el cine. En esta ocasión repasamos algunos de los remakes que más nos han marcado, con un invitado especial: Nicolas Cage.
Tras darle una infinidad de vueltas en mi cabeza, he decidido abordar el tema de 'Mulán' (Niki Caro, 2020), la nueva adaptación de carne y hueso de Disney. No os voy a engañar: la nueva adaptación de la distinguida compañía no me gustó nada, una vez más han demostrado haber vendido su alma al diablo para poder llenarse el bolsillo.
⚠️ALERTA SPOILER: al no tratarse de una crítica al uso, más bien de un artículo sobre lo que pudo y no fue, tal vez se me escape algo. Si continuas leyendo lo harás BAJO TU RESPONSABILIDAD, INSENSATO.
Tal vez, lo que todos esperábamos era una adaptación que nos transportase a la niñez. Ciertamente ese sea nuestro error. Pero lo cierto es que 'Mulán' (Tony Bancroft, Barry Cook, 1998) era muchísimo más película que su adaptación. Si la intención de Disney era transformar una cinta de animación "infantil" en una obra más madura: primer error. 'Mulán' (1998) ofrece al espectador una reflexión profunda sobre el papel de la mujer dentro de una sociedad machista, como lo es era China en su día.
Tampoco podemos decir que la nueva 'Mulán' sea más adulta u oscura, puesto que originalmente Shan-Yu imponía infinitamente más que ahora. ¿Recordáis la escena de 'Mulán' (1998) del campamento derruido y el peluche de la cría? Cito textualmente una de sus frases justo antes de atacar un poblado:
"Esta muñeca será de alguna niña, hay que devolvérsela"
¡Si señor! En esta ocasión (2020) Shan-Yu es un mero títere de un nuevo personaje, que no nos aporta absolutamente nada y que, finalmente, acaba siendo un bonachón. Topicazo al canto.
Contrariamente, al tratarse de una película de origen asiático, podría haber ido más allá y tomar como ejemplo 'Hero' (Yimou Zhang, 2002) o 'Tigre y Dragón' (Ang Lee, 2000). Es cierto que picar en ambas obras es ir muy lejos, no obstante no hay que dejar la ambición a un lado, pudiendo ofrecer una obra maestra y dejar a todo el mundo aplaudiendo desde su butaca. Cabe destacar que 'Mulán' (2020) ha tenido 22 años de historia del cine más que su antecesora para ver que proyectos tienen éxito y cuáles no.
La gota que colma el vaso sea y que refuerce toda la teoría del poco esfuerzo, cariño y dedicación que han dedicado en esta adaptación, sea la falta de ideas para poder desarrollar la versión 2.0 de Mulán. Hago hincapié en el simple hecho que, habiendo quitado uno de los personajes clave, la obra llegue a durar media hora más.
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¿Esfuerzo? ¡Tengo chi, colega! |
Sumando la tontería del chi, como excusa de que Mulán es una gran luchadora porque tiene una habilidad especial gracias al chi. Y os preguntaréis: ¿pero 'Mulán' (1998) no nos enseñaba que todo esfuerzo tiene su recompensa? Nada más lejos de la realidad, para Disney eso no existe: ahora Mulán es super sayan y con un mínimo esfuerzo acaba con
Puedo entender que se ahorrasen las canciones y el tono cómico de la original. Podría llegar a esforzarme y valorar porque han borrado un personaje tan clave como Mushu. Sin embargo, lo que no entiendo es que dejando todo esto de lado, el resultado final sea una obra mediocre que olvidaremos en un tiempo. No por nada en especial, más bien por no mancillar una de esas obras que muchos recordamos con cariño.
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¿Y a ti quién te ha invitado a esta fiesta? |
Nota final: 3
"Hollywood está falto de ideas". Una frase que, a día de hoy, esta cada vez más en boca de todos y aunque nos duela, somos incapaces de negarlo. Vivimos en una época donde las secuelas, precuelas, adaptaciones sin sentido y los refritos fríos están a la orden del día. Pero si dentro del mundillo hay alguien que se lleve la palma, es la grande e inacabable Disney.
En los últimos años, la famosa franquicia de Mickey Mouse ha transformado un buen puñado de éxitos de nuestra niñez en recreaciones de carne y hueso: 'Alicia en el país de las maravillas', 'Cenicienta', 'La Dama y el Vagabundo', 'Aladdin' o 'Mulan' son algunos ejemplos. Y no es algo pasajero o que vaya a terminar en breves: Disney tiene programadas otros seis proyectos y algunos rumores más. ¿Es realmente necesario?
No obstante, está claro que cuando algo lleva el sello Disney, las masas acudirán al cine sin pensarlo dos veces. Naturalmente, si se trata de una cinta que, además, tratará de transportarnos a nuestra niñez ahí ya nos tienen ganados. Porque desengañémonos: la realidad es que preferiremos mil y una veces volver a ver una nueva adaptación de 'El Rey León', que jugárnosla con un proyecto nuevo, novedoso y que pueda cautivarnos. ¿Qué no? Los números no mienten señoría:
El Rey León (2019): 1,656,943,394$
Frozen (2013): 1,280,802,282$
Alicia en el País de las Maravilla (2010): 1,025,467,110$
Zootropolis (2016): 1,023,784,195$
La Bella y la Bestia (2017): 1,242,805,359$
Aladdin (2019): 1,050,693,953$
El Libro de la Selva (2016): 966,550,600$
De siete películas, solo dos son originales de Disney. El resto adaptaciones de carne y hueso. Un punto extra si miramos los años de estreno de las mismas: en los últimos 4 años, Disney ha recaudado muchísimo más con este tipo de obras que con sus obras originales. Aunque si cogemos dichas películas y miramos sus notas:
El Rey León (2019): 6,9
Frozen (2013): 7,4
Alicia en el País de las Maravilla (2010): 6,4
Zootropolis (2016): 8
La Bella y la Bestia (2017): 7,1
Aladdin (2019): 7,0
El Libro de la Selva (2016): 7,4
Mulán (2020): 5,6
Enredados (2010): 7,7
Vaiana (2016): 7,6
Es más que obvio que calidad no significa ganar pasta gansa. Y vuelvo a mi pregunta anterior: ¿es realmente necesario? La respuesta para Disney, una empresa que factura millones, será: si. Porque los espectadores iremos al cine a ver copias baratas que ya nos sabemos de memoria, desde otro punto de vista, creyendo que tendremos calidad. Cuando lo que realmente deberíamos hacer todo es ir a apoyar los proyectos más novedosos, ambiciosos y originales.
Porque Disney sabe que si en su plataforma de streaming pone 'Mulán' a 22€, un precio superior a una cuarta parte de lo que cuesta la suscripción anual, la gente lo va a pagar. Así pues, señoras y señores, niños y niñas, la culpa no es de Disney, por hacer películas facilonas, faltas de ideas, que ya hemos visto una y otra vez, la culpa es nuestra por no apoyar los proyectos más ambiciosos que Disney nos ha dado. Con cuentagotas, pero nos los ha dado.
Por desgracia (y por motivos personales/laborales) nuestro paso por el BCN Film Fest fue más corto de lo deseado. No por ello, nos quedamos con mal sabor de boca, pues pudimos ver dos joyas ocultas. La primera de ellas, el biopic sobre aquella mujer que un día se abrió paso en el panorama músical entre tanto hombre, Helen Reddy.
Inspiradora, concientizadora, entretenida e interesante, así se presenta la opera prima de Unjoo Moon (sus anteriores trabajos fueron dos cortos y un documental sobre el gran Tony Benett). Su obra nos habla precisamente de como Helen Reddy llegó al estrellato y, posteriormente, inspiró a toda una generación de mujer a alzarse por sus derechos con su canción: I Am Woman.
Se trata de una joya oculta por el gran impacto que causa en el espectador, al ofrecernos un trocito de historia que muchos desconocíamos. De hecho, y perdonadme, pensaba que era una película de ficción, lo mejor de todo es la grata sorpresa que se lleva uno al ver que Helen Reddy es real y que todo lo que hizo, tanto en lo musical como en lo feminista, tuvo tantísimo impacto.
Esa es toda la fuerza que nos ofrece Moon con su 'I am Woman', una película que todos deberíamos mirar por el simple hecho de entrar en conciencia, de aprender sobre Helen Reddy (Tilda Cobham-Hervey). No tan solo como mujer, si no como alguien que consigue llegar a alcanzar sus sueños.
Hay que destacar que Reddy no es tan conocida como otros por nuestras tierras y siempre es más difícil llevar a cabo un biopic sobre este tipo de famosos. Gracias a 'I am woman', también conoceremos otras figuras de gran importancia en la vida de Reddy, como lo son Jeff Wald (Evan Peters), marido y manager de Reddy, además de famoso manager musical y cinematográfico de la época. Asi como Lilian Roxon (Danielle MacDonald), la creadora de la famosa enciclopedia del rock, otra mujer luchadora que se abrió paso en un sector plagado de hombres.
Por todo ello, recomiendo la visualización de 'I am Woman', una película entretenida que, además de conocer al personaje de Helen Reddy, os pondrá en tesitura sobre el papel de la mujer en la sociedad de los sesenta hasta los noventa. De visionado obligatorio para aquellos menos concientizados.
COLOR OUT OF SPACE: Viva el terror cósmico.
Es complicado adaptar a Lovecraft.
Pocas películas han logrado acercarse al universo del escritor y la mayoría se han conformado con poder capturar algo de su espíritu. Por fortuna, Richard Stanley es un tipo peculiar, algo inconsciente y con el grado de locura ideal para para adaptar el relato corto de “El color del espacio exterior”. Entiende lo esencial del relato, sabe llevarlo a su terreno y hacerlo suyo.
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Nicolas Cage on fire.
Nicolas Cage encabeza el reparto, recién salido de la psicotrópica 'Mandy', que le sirvió para dar rienda suelta a toda su locura y así poder estar más comedido en 'Color Out of Space'. Pero eso no quiere decir que aquí no aparezca el Nicolas Cage más histriónico de los últimos años. ¿Acaso un proyecto como éste podía estar interpretado por alguien que no fuese Cage?
Mezcla de estilos.
La película coge lo mejor del cine de invasores extraterrestres de los años 50 y los remakes de esas mismas películas realizados en los 80 y lo glorifica añadiendo a la ecuación la aparición de alpacas mutantes, insectos extraterrestres y seres amalgamados más propios del cine de Brian Yuzna o de John Carpenter.
El color del dinero.
Su presupuesto ajustado luce como si fuera 3 veces más alto, combinando unos CGI más que correctos, con unos efectos prácticos estupendos. Acompañados por una inquietante banda sonora electrónica a cargo de Colin Stetson que le da a la película un toque ochentero y atemporal al mismi tiempo.
“It’s just a colour...”
En el relato original no se especifica color alguno sino algo imposible de describir, pero la película opta por inundar cada fotograma de un precioso e hipnótico color púrpura. Es gracias a la fotografía de Steve Annis, quien genera una atmósfera incómoda y, como no podía ser de otra manera, muy marciana.
No todo es perfecto.
Si hay algo que no convence en 'Color Out of Space' son las tribulaciones personales de cada uno de los integrantes de la familia protagonista. Están expuestas de manera torpe y es algo que no va a tener consecuencia con el futuro que les espera a cada uno de ellos. Es más, el personaje que menos manifiesta sus miserias, el de Nicolas Cage, es el que mejor funciona. Al fin y al cabo, la locura que les invade es lo único que importa. Y para demostrar eso, ya sabemos que Cage es único.
Si os habéis quedado con ganas de más, recuperad 'Granja Maldita', versión del mismo relato realizada en 1987.
Seguimos con las crónicas del BCN Film Festival, aunque no os vengáis muy arriba pues tan solo quedará otra más (por falta de tiempo, claro). Así que sin más dilación, las dos películas que vimos el viernes 26 de junio.
Corpus Christi (Jan Komasa, 2019)
Hay veces que sin saber que es aquello que vas a visualizar, tienes un palpito que te dice: "esta será buena". Muchas veces te equivocas, pues sin saber nada las pretensiones pueden ser exageradamente altas. No obstante, están esas veces que solo puedes aplaudir por el gran trabajo hecho. Y es que el largometraje polaco, firmado por Jan Komasa, no es que sea buena, es que es tremenda.
'Corpus Christi' se presenta como una obra intensa, interesante y adictiva, en la que Daniel (Bartosz Bielenia) se hará pasar por cura en un pequeño pueblo para así poder evitar el reformatorio. Lo que no sabe Daniel es que, a medida que vaya ejerciendo de padre, se involucrará más y más en la vida de sus feligreses.
¡Qué maravilla! De verdad, no exagero nada al deciros que 'Corspus Christi' es un film que te mantiene enganchado a la gran pantalla de inicio a fin. El personaje de Daniel nos encanta, pues nos creemos su historia de pe a pa. A ello súmale las idas y venidas del personaje, las trama oculta del pueblo y todos sus secretos, por no hablar del pasado oscuro del propio Daniel, increíble.
Por todo ello funciona tan bien la cinta con origen polaco. Su interés es exponencial, nos veremos envueltos en la vida de Daniel y sufriremos en sus propias carnes las victorias y sus desgracias, venidas y por venir. El factor humano está más que latente en la obra de Komasa, por ello es tan exquisita. No se trata de un drama típico, se trata de un trocito de la triste vida de Daniel intentando hacer algo bueno por los demás. Quien, por cierto, es interpretado por un Bartosz Bielena (al que desconocía, por supuesto) que encumbra el papel de Daniel, espero no ser el único que se haya fijado en esto y le lluevan papeles al joven actor polaco.
Mi recomendación es que no dudéis y le deis una oportunidad, puesto que en otras circunstancias no la habríais visto, ni yo tampoco, pero para eso estamos. Para mi: la sorpresa, revelación y, por supuesto, mejor película del BCN Film Fest.
Nota final: 8
La verdadera historia de la banda de Kelly (Justin Kurzel, 2019)
Otra de las películas que más ganas tenía de ver, no era otra que la protagonizada por George MacKay, Nicholas Hoult, Essie Davis, Charle Hunnam y el eterno Russel Crowe. Aunque también tenía mis miedos, pues no sé porque, las películas de festivales con repartos más o menos conocidos, suelen acabar mal. Esta ha quedado a medio camino de todo.
Como no podía ser de otra manera, la película de Justin Kurzel, nos situa de lleno en la vida de Ned Kelly (George MacKay), un famoso bandolero australiano de mediados/finales del siglo XXIX. Desde el comienzo nos avisan que no se trata de una obra basada en hechos reales, dando a entender que no todo lo que explican es cierto. La película nos cuenta lo desgraciado que fue Kelly, tanto en su niñez como en su edad adulta. Precisamente, la obra se divide en dichas dos partes: la niñez de Kelly y la edad adulta.
Muy a mi pesar, la mejor parte de toda la cinta es la primera, puesto que no sabes por donde va a salir el joven Kelly o que se encontrará. Nos muestra a un chaval fuerte, atrevido y que no se deja amansar por nadie, con un buen ritmo y ganas de querer saber más sobre el joven Kelly.
La obra en si es buena, interesante y, hasta cierto punto, amena. Todos los personajes que aparecen tienen su aquél, gustan, son malvado, todos ellos, pues parece que la bondad no estaba presente en Australia por esa época (o al menos en el mundo de Kelly). Gustan mucho Hoult, quien muestra un registro diferente a lo visto hasta ahora en su carrera. También el pequeño papel de Crowe o Hunnam. MacKay, al cual le están cayendo suculentos proyectos, tampoco lleva mal su papel. Pero de entre todos quería destacar la gran Essie Davis, quien de nuevo vuelve a interpretar de manera sobervia el papel de una madre (recordemamos a Davis de 'Babadook').
No obstante, al entrar en la edad adulta, la cinta parece perder credibilidad. En un comienzo, todo parece llevar un rumbo, Kelly aguanta todo lo que puede hasta que dice basta, algo que esperamos, pero es precisamente ese basta lo que no nos creemos y es en ese punto cuando la película pierde sentido y vaga esperando acabar.
La conclusión final es que la obra de Kurzel tenía mucho que ofrecer, sin embargo llegados a cierto punto del argumento se pierde y vaga sin un rumbo fijo. Gustan los personajes, pero no tanto la manera en la que se llevan o el rumbo que toman. Pese a todo, interesante.
Nota final: 6
Últimamente me doy cuenta que, cada vez más, me fijo mucho en la duración de un largometraje. A veces suele ser antes de empezar la visualización del mismo, para saber en que embolada me voy a enrolar. Sin embargo, otras veces es al terminar, por dos motivos: o bien se me ha hecho cortisima o bien me ha parecido un auténtico coñazo.

Y partiendo de esta última premisa, muchas veces me pregunto porque nadie se da cuenta que hay películas que deberían de ser cortadas antes o, si más no, divididas en dos partes. Tampoco quiero que se me malinterprete, puesto que hay películas de casi tres horas de duración (o más) que he disfrutado como un crío. Hablamos de 'La lista de Schindler', toda la saga de 'El señor de los anillos', 'Titanic', 'El lobo de Wall Street' o las dos últimas entregas de 'Los Vengadores'. Del mismo modo, soy carne de festival de cine de terror, en el cual trago muchísima basura o bazofia que apenas llega a la hora y media de metraje.
La pregunta pues, no es tanto cuanto debería de durar una película, como medida universal en la que debamos regirnos, en la que no debes de pasarte de X tiempo dependiendo del genero o lo que se explique. Más bien se trataría de hacer retrospectiva sobre que quiero que la gente vea, cuanto tiempo estoy dispuesto a invertir en una película que sea amena. Es ahí donde reside el ritmo de la misma o lo que se esté explicando. Sería un sacrilegio reducir 'La lista de Schindler', por ejemplo, pero no lo sería tanto si hablásemos de, por ejemplo, 'Midsommar'.

Hablemos pues de 'Midsommar' por hablar de una película cualquiera, también me habría servido '2001: Odisea en el espacio', pero eso lo dejaremos para otra ocasión. En el caso de 'Midsommar', bien es cierto que el ejercicio que nos propone Ari Aster, en su película de casi dos horas y media, es un bello ejercicio de cine con muchísimos fotogramas para enmarcar, pero ¿realmente merece el espectador estar, durante dos horas y media, viendo florituras y de más? ¿A caso no podríamos haber recortado el metraje para que, una película interesante, visualmente atractiva y ambiciosa, no cayese en un ejercicio repetitivo que llega a estancarse?
Asimismo, en el caso de 'Midsommar', existen predecentes de otras dos obras que se asemejan en cuanto a su trama y estilo: 'La bruja: Una leyenda de Nueva Inglaterra' (Robert Eggers, 2015) y 'The Wicker Man' (Robin Hardy, 1973). Ambas duran hora y media. La primera tiene la misma esencia de 'Midsommar', es un terror psicológico muy bien llevado, en el que se ve poco pero te mantiene atento. Con 'The Wicker Man' podemos afirmar que se trata de una película en la que 'Midsommar' se basa. Ambas buenísimas, aclamadas con el paso del tiempo por el publico y la crítica y duran, exactamente, una hora menos que 'Midsommar'.

Bien cierto que es que si una película de hora y media de metraje se hace pesada, hay algo que no se está haciendo bien. No obstante, a fin de cuentas, nadie puede negar que Spielberg o Peter Jackson no hiciesen un ejercicio brutal a nivel cinematográfico con sus obras de más de tres horas de duración, de las cuales podemos rescatar la famosisima escena de la niña en 'La lista de Schindler', ejercicio visual de belleza pura.
Por todo ello, lanzo dicha pregunta: ¿qué películas has creído que, por su duración, pierden calidad? Está claro que todo autor decide cuanto metraje invierte en sus obras y que podremos aceptar de mejor o peor manera, nadie puede negar eso. Aunque del mismo modo, el propio espectador puede decidir salir de la sala o apagar la TV cuando se siente algo estafado o perdido, pues la película ha perdido su rumbo.

Lo primero: ¡PERDÓN! Quería haber subido cada crónica diaria al día siguiente de las proyecciones, pero no me ha dado la vida y, en fin, voy con dos días de retraso. Pero vaya, vamos a lo importante: HEMOS SIDO PUTO ACREDITADOS PARA DAR COBERTURA AL BCN FILM FEST.
La verdad es que pensábamos que no íbamos a tener la oportunidad de ir como prensa, puesto que estamos de relanzamiento del blog y a duras penas hemos publicado cosejas. Sin embargo: ¡aquí estamos! Ha sido toda una sorpresa: mil gracias.
Ahora sí, sin más florituras os dejo las dos reseñas de las películas que si pudimos ver: 'Uno para todos' de David Ilundain y 'Pinocchio', de Matteo Garrone.
Uno para todos (David Ilundain, 2019)
'Uno para todos' se presenta como una obra que trata de concienciarnos sobre lo duro que puede ser para unos niños de primaria el bullying o la reinserción de un alumno enfermo en el aula. Y en el centro de todo emerge la figura del profesor interino, en este caso Aleix (David Verdaguer), el cual deberá gestionar, de la mejor manera posible, esta situación.

Con un ritmo sosegado, 'Uno para todos' se desenvuelve de manera interesante, sin hacerse pesada y es gracias al factor humano que la película funciona. No se trata de un drama al uso, tan solo una historia que bien podría ser real y que nos da sobre que pensar.
Ilundain nos ofrece una película de dos horas entretenida, con un mensaje que nos hará reflexionar, sobre si cuando fuimos niños fuimos justos y honestos, al mismo tiempo que lo hace con los padres de esos niños. Realmente es gracias al factor niño que encontramos ese mensaje, pues son ellos los hacen y deshacen todos los problemas de la película, dándonos una lección sobre las buenas obras y lo poco que cuesta admitir un error y ser honestos.

La gran parte de culpa la lleva Aleix, quien carga a sus espaldas con todo el peso de la obra. El personaje interpretado por David Verdaguer (el cual cada vez me gusta ver más en una película, bravo por él) es el motor de la obra. De hecho, y como nota negativa, podemos achacarle a la obra que el otro personaje de peso (obviando a los niños) es Anna (Patricia López Arnaiz) el cuál no aporta ABSOLUTAMENTE nada. Las escenas en las que aparece son puro relleno y, si lo sacásemos de la obra, no notaríamos el cambio.
Una buena manera de ingaurar el BCN film fest: con una película curiosa, con mensaje y, como no, producto de la casa. Muy recomendable.

Nota final: 7
Pinocchio (Matteo Garrone, 2019)
¿Quién mejor que un italiano para llevar un live action del famoso cuento patrio, Pinocchio? Seguramente eso fue uno de los motivos que llevó a Garrone para adentrarse en esta loca aventura, en la que volvemos a ver el famoso cuento de Carlo Collodi llevado a la gran pantalla. ¿Y funciona? Pues si, pero no al mismo tiempo.

Nos maravillamos al comienzo al ver al carismático Roberto Begnini como Gepeto, el cuál interpreta con su toque cómico de ver el mundo. La realidad es que nos encanta la puesta en escena de 'Pinocchio', la facilidad que Garrone nos sumerge en el famoso cuento de Collodi y lo mágica que resulta.
Pero, PERO y siempre hay un pero, pasada la hora y pico, la película se vuelve repetitiva en si mismo. La obra de Garrone dura unas dos horas, cuando el famoso film de Disney tan solo hora y media. Si, es cierto que esta adaptación es más fiel al cuento de Collodi, pero llega un punto que parece que la película se estanca, en la que no dejamos de ver, una y otra vez, como Pinocho escoge mal en todas sus decisiones. ¿Y qué ocurre siempre? Que alguien le saca las castañas del fuego para, como no, volver a meterse en sus emboladas.
Bajo mi punto de vista, cuando tratas de llevar una adaptación a la gran pantalla de nuevo, pues es un cuento recurrente y conocido en la cultura popular, debes marcar la diferencia. Y si, Garrone, con su espectacular puesta en escena, lo consigue. Pero todo se pierde cuando sentimos que la obra se estanca en un ejercicio repetitivo que parece no tener fin.
Nota final: 5
'Thelma' es una película de origen noruego que nos sitúa en el centro de la vida de la propia Thelma (Eili Harboe), una joven que acaba de ingresar en la universidad. Thelma, de padres creyentes, es una chica introvertida que todo le viene de nuevas, como ese pollito que acaba de salir del cascarón y no sabe hacia donde ir. A diferencia del pollito, cuando Thelma entra en contacto con su primer amor, empezarán a ocurrir cosas un tanto extrañas: como ataques epilépticos o pájaros estampándose contra las ventanas.
Antes de empezar a destripar la obra de Joachim Tier, hay que entender que se trata de una película de supuesto terror, sobre la traumática vida de Thelma, quien esconde un gran secreto. A mi parecer, la película aguanta un nivel de interés moderado, en el que vamos descubriendo, poco a poco, que misterio envuelve a Thelma. Por desgracia, si lees cualquier sinopsis de la película, sabrás de que va todo. ¿El factor sorpresa? Desechado por el inodoro, porque has decidido saber de que va la obra que vas a ver, sin más.
Es por ello que 'Thelma' es una película con una historia vacía, puesto que se trata de alimentar el gusanillo del espectador con posibles teorías sobre que narices le ocurre a Thelma, porque le pasan esas cosas o porque sus padres son tan fríos, rectos y misteriosos con ella.
Tal vez su magia resida más en las pequeñas cosas que no somos capaces de ver. Bien es cierto que, pese a su pausado ritmo, la obra tiene su aquél y no llega a parecerte una pérdida de tiempo. Pero cuando ya llevas una hora y sabes lo que Thelma trata de descubrir desde antes de darle al play, poco sentido tiene seguir haciéndote preguntas.
Asimismo, Thelma tampoco es un personaje capaz de cargar sobre sus espaldas todo el peso de la cinta de Tier. Las escenas que más nos inquietan o en las que mostramos más interés, son las del pasado de Thelma, donde se empieza a vislumbrar un poco que le ocurre. Sin embargo, todo lo relacionado con Thelma cuando está en la universidad, su día a día y de más, acaba por aborrecernos.
Muy a mi pesar, la dirección que toma la película es errónea siempre que acabes leyendo la sinopsis de la misma, donde ya se ha descubierto todo el pastel. Pese a todo, su lento ritmo no aborrece hasta el punto de querer quitarla y su fotografía es impecable.
Nota final: 5
"Hay tres clases de personas. Los de arriba.
Los de abajo. Los que caen."
Una proposición indecente pero altamente atractiva
La manera en la que Galder Gaztelu-Urrutia nos sumerge en 'El hoyo' es digna de toda mención, puesto que nos hace sentir exactamente igual que su protagonista, Goreng (Ivan Massagué). Su opera primera nos engancha a la pantalla desde el minuto uno y juega con nosotros como quiere. De este modo, nos ofrece la posibilidad de viajar al hoyo, una especie de cárcel con más de un centenar de pisos. Cada piso lo habitan dos personas y diariamente baja una plataforma con comida, siempre y cuando los de los pisos superiores no se la hayan acabado antes. Obvio.
La incertidumbre global
Ante semejante planteamiento, uno no sabe que puede encontrarse en el hoyo, puesto que vive un futuro incierto. ¿En qué piso habré acabado? ¿Comere hoy? ¿Cuanto tiempo puedo estar sin comer? ¿Puedo fiarme de mi compañero? Estas pueden ser algunas de las preguntas que se hagan los ocupantes del hoyo, las mismas que nos haremos nosotros a medida que avance la película. No olvidemos, además, que no sabemos nada de dicha institución, ni cual es su fin, ni porque funciona así.

Terror marca de la casa
Ya es costoso llegar a un público más grande con una película de terror, pero aún lo suele ser más si se trata de cine español, por los tópicos más que conocidos. Aquí radica la magia de Gaztelu-Urrutia, el cual ha sabido llevar a cabo un proyecto fresco y original, partiendo de ambas premisas. Siempre es un motivo de peso salir adelante con aquellos proyectos que pueden quedarse estancados o en un cajón por el mero hecho de no abarcar el público necesario. Bravo.
Trimagasi. Obvio.
A estas alturas os preguntaréis por que tanto "obvio" y "obviedades", sencillo: Trimagasi. Repetirá hasta la saciedad la palabrita, obvio. El mejor personaje de todo el film, encarnado por Zorion Eguileor, quien nos pondrá los pelos de punta. Desconfiaremos de él al mismo tiempo que le cogemos cariño, pero es uno de los pilares de la obra, sin él la película no funciona. Trimagasi nos ofrece dos escenas espectaculares, de esas que uno no olvida así como así, enganchándonos por completo a la pantalla.

"Solidaridad espontanea"
Además de meternos el miedo en el cuerpo y hacernos dudar de todo cuanto nos rodea, 'El hoyo' no es más que una alegoría social criticando, en este caso, la falta de solidaridad. De este modo, durante el transcurso de la misma o al llegar a su fin, el espectador pensará un poco sobre si todo esto podría haberse solucionado de mejor manera si cada uno pusiera un poco de su parte, en lugar de pensar solo en si mismo.
Su duración
¡Y todo esto por el módico precio de una hora y media! No se trata de una película que se vaya por las ramas o se extienda indefinidamente con planos estáticos que no nos ofrecen más que aburrimiento, 'El Hoyo' es una obra dinámica, directa, fresca y original. Os aseguro que se os pasará volando.

Así que si disponéis de Netflix, no dudéis en darle una oportunidad a una película made in Spain, os ocupará poco tiempo de vuestra vida y os dará mucho en que pensar.
El otro día, por fin, vi 'Aquaman'. Desgraciadamente no la vi por su personaje, que tampoco me llamaba mucho, ni por el impacto de la misma dentro del universo cinematográfico de DC, más bien por el bueno de James Wan, que aceptó este trabajo como un reto en un proyecto que, cada vez más, está destinado al fracaso.
¡Ojo! Las cosas como son, seguro que los de DC han hecho caja con todas sus películas del universo cinematográfico, pero no creo que se puedan comparar, ni de lejos, al éxito que ha supuesto para Marvel. Pero lo que todos nos preguntamos es: ¿qué es lo que ha hecho tan mal DC para obtener semejante rechazo de la crítica y el público?

Para ponernos en contexto, allá el año 2013 DC se embarcaba en su aventura cinematografica (no, el 'Green Lantern' de Ryan Reynolds no pertenece a este universo). ¿Qué hacía Marvel por esas fechas? Estaba a nada de estrenar 'Iron Man 3', con lo cual ya había presentado a los Vengadores y había hasta 3 supers con película propia. Con lo cual, es más que obvio que DC entró tarde en la conquista de la gran pantalla.
A raíz de su tardía entrada, DC intenta, por todos los medios, copiar la fórmula de Marvel, renunciando así a la oscuridad del propio sello. Es cierto que 'El hombre de acero' es oscura y que 'Batman v Superman' tiene sus momentos, pero es en esta última cuando en la propia película, dan un rumbo total y se despiden de la característica más obvia del sello.
No se trata de si sus personajes son o no cinematográficos, porque en Marvel los hay a patadas, se trata más bien de haberse vendido a lo que el público marcaba que estaba bien. Ahí tienes 'El caballero oscuro' que no pertenece a todo este nuevo universo cinematográfico de DC, una película oscura a más no poder y que ha marcado un antes y un después dentro del género. ¿Y qué hizo DC? No lo aprovechó, se fijó en lo que triunfaba en ese momento y ya. Por cierto, cabe destacar que las dos mejores películas de todo el MCU son 'Infinity War' y 'Endgame', las dos más oscuras de todo el sello.

Y para poner la guinda al pastel, Marvel siempre ha tenido claros cuales han sido sus pasos, presentando las diferentes fases de su MCU pero ¿dónde está la hoja de ruta de DC? Porque conocemos tantísimos proyectos que ya no verán la luz y cambios de actores en personajes principales de muchísimo peso.
Pese a todo, el ritmo que ha seguido DC con la toma de elecciones de sus películas ha sido, si más no, desacertada. Marvel, antes de 'Los Vengadores', había presentado en sociedad a Thor, Iron Man, Capitán América y un intento fallido con Hulk (Edward Norton). Los proyectos presentados por DC antes de 'LaLiga de la Justicia' eran: 'El Hombre de acero', 'Batman v Superman' (que es su secuela), 'Wonder Woman' y 'El escuadron suicida'. Es decir, que aún no habían puesto unas bases sobre la mesa que ya estaban echando toda la carne en el asador.

Y si, es cierto que 'Man of Steel' dobló en taquilla a 'Capitán América' o que 'Wonder Woman' fue un éxito rotundo en taquilla también, pero como proyecto global a duras penas puede compararse a todo lo que ha hecho Marvel (sin entrar en el sensacional cierre de la fase 3).
Sabe mal que después de tener a los dos superhéroes de más éxito en ventas de cómic (Superman y Batman), no tengan el mismo éxito en la gran pantalla. Llegados a este punto de inflexión, lo único que puede hacer DC es darle la vuelta a la tortilla después de cerrar la gloriosa etapa de Marvel con su fase 3. Pero bueno, podría ser peor.

