¿No estáis hartos de ver al comienzo de una película la tan dichosa frase 'basada en hechos reales'? Muchas veces se ha utilizado la frase de marras para avisarnos de la mala calidad de la película que vamos a ver, su mal planteamiento, sus pésimos personajes o la trama absurda y carente de interés a la que vamos asistir. Pero claro, como está basada en acontecimientos que en verdad sucedieron nos tenemos que callar. Otras veces, la utilizan para ocultar el mínimo esfuerzo que hay en Hollywood (y no digamos en nuestra santa patria) a la hora de crear historias. Qué va, es mejor coger el periódico de hace un par de años e indagar en alguna truculenta narración sobre asesinatos, noticia de secuestros o misiones militares extraordinarias. Mención aparte para los kafkainos telefilmes baratos que nos cuentan las infidelidades de maridos psicópatas que persiguen a estudiantes de segundo curso en edad de querer. La frase que os comento es un arma de doble filo.
Y os preguntareis: ¿Todo este rollo a qué viene? Fácil, porque hay un simpático tipo que maneja la cámara como los ángeles. Sabe contar una historia. Y lo más asombroso, hace que nos olvidemos que está basada en hechos reales.
¿De qué va?
Y os preguntareis: ¿Todo este rollo a qué viene? Fácil, porque hay un simpático tipo que maneja la cámara como los ángeles. Sabe contar una historia. Y lo más asombroso, hace que nos olvidemos que está basada en hechos reales.
¿De qué va?
El barco mercante 'Maerks Alabama' surca las costas de Somalia. Estamos en 2009, el peligro que entraña cruzarse con piratas es conocido tanto por los tripulantes como por el capitán (Tom Hanks). No tardan en descubrir la tragedia que otros muchos barcos han padecido. Un pequeño esquife les aborda secuestrando a todos los marineros. El capitán debe decidir lo mejor para sus hombres, por lo que escoge ofrecerse a los piratas como rehén a cambio de la seguridad de su tripulación.
La crítica
Tras la disertación que arriba os he ofrecido, deciros ahora que olvidéis la misma. Paul Greengrass ('United 93', 'Sunday Bloody' o 'Mito de Bourne') os va a hacer olvidar la maldita frase. Aunque sinceramente, creo que soy de los pocos que dice honestamente que no sabía nada de esta historia antes de que la película ofreciera su contenido. Ni por periódicos o noticias. Nada. Desconocía por completo la tragedia del secuestro de este barco, por cierto, el primer barco yanqui abordado desde hacía más de 200 años.
La dirección de Greengrass es soberbia. Tenaz con ritmo a la par que constante en dibujar las lineas que separaran las dos historias que la película contiene. Una, la del capitán y su tripulación. Sus esfuerzos por mantener la cordura en un suceso que se les escapa de las manos. La otra, los piratas somalies. Nos muestran que bajo la etiqueta de piratas o criminales, se esconden vidas desesperadas que anhelan tener una digna condición. Ambas historias se relacionan. Conectan en un todo que hace que la balanza nunca se decante por una lado. El director ha sabido darnos las piezas de una lucha que en principio parece tener dos bandos, pero también nos hace ver que los sucesos van más allá de lo que vemos. No es una historia de buenos y malos al uso.
Sus precedentes títulos ya avisaban de su estilo y forma de conjunto que tiene al rodar. No cuenta historias, nos sumerge en ellas. 'Capitán Phillips' es su mayor (que no mejor) ejemplo. En principio todos conocemos la historia y su desenlace, al igual que en 'United 93' (ésta es la mejor), pero el bueno de Paul es perro viejo en estos menesteres. Coloca al espectador en una espiral narrativa que nos arrastra hasta estar en aquel avión secuestrado en el año 2001 o nos hace embarcar en un mercante como en este caso. Aquí, muestra un poco menos su vigoroso talento a la hora de colocar la cámara. No es tan frenética como en anteriores títulos. Greengrass nos va reduciendo nuestra visión poco a poco durante el metraje. Primero con grandes planos aéreos, rodeando el barco. Más tarde, con planos medios y contrapuestos en el interior. Para concluir en un reducido lugar donde la tensión, que ha sabido darnos previamente, estalla con consecuencias muy dispares.
No vamos a escandalizar a nadie por rascar un poco el final. No creo que nadie se ofenda. Además... todos conocemos la historia ¿no?
La tensión, como decía, es el éxtasis que guarda el director de 'Green Zone' para dar su bofetada típica en su carrera. Nos ha estado dando golpes durante el visionado. Pero era simplemente para prepararnos para un final 'made in Greengrass'. Aunque he de ser justo, la mitad o más de la mitad de el mérito de ese efecto final tiene un nombre, Tom Hanks.
En apariencia fácil tarea de interpretar a un personaje anodino como un capitán de barco, cualquier otro actor, por muy bueno que fuera, la habría llenado de clichés. Hubiera sido la típica versión 'soy muy macho y nací en los EEUU' que vemos constantemente en el cine. En manos de un orfebre de la cámara como Paul junto con la magnífica calidad interpretativa de Hanks, hacen que la mezcla sea explosiva. No sabemos cómo era realmente Phillips como capitán u hombre (se dice que los hechos en el barco no ocurrieron como se cuentan) pero conocemos a Tom Hanks actuando como Phillips. Con eso me basta, puedo decir que he conocido al verdadero capitán. Hanks (2 Oscars en su haber) ofrece una clase magistral. Muestra la naturaleza de lo sencillo en pequeños detalles, matices que hacen grande a su personaje. Se mueve por el barco (un barco real donde se rodó íntegramente el film en plena mar) como si llevara 20 años haciéndolo. Sus rasgos o expresiones han alcanzado unas cotas que hacen parecer buenos a los actores que comparten plano con él. Hasta hace digerible el lento (aunque necesario) inicio donde conocemos sus motivaciones personales.
Otro punto que la película nos brinda es ése. La interpretación del debutante Barkhad Abdi, como jefe de los piratas (Muse), es tan brutal que asusta. Realmente vemos en sus miradas el terror que debe ser aquello, pues el actor es somalí y creció en esos ambientes. Nos traslada a las costas de Somalia impregnándonos de su desesperación, de sus miedos o sueños. Su historia también es una tragedia. Vive para matar o será ejecutado o aún peor, su familia. Greengrass nos muestra que nadie en esta película es realmente el verdugo. No sabemos si las víctimas son otras. Quizás sean las grandes corporaciones que someten a estos hombres a enfrentarse en alta mar. Unos por mantener un trabajo, mientras que los otros, simplemente emprenden una huida hacia lo desconocido.
El drama se acrecienta cuando ambos capitanes se descubren como personas. Les separa menos de lo que piensan. Una frase lapidaria del capitán pirata resume la esencia del mensaje que el realizador nos quiere dar: "Quizás en América".
A diferencia de la sobrecogedora 'United 93', Paul Greengrass si se postula al final. En la tragedia de las Torres Gemelas nos embarcaba en la historia dejándonos al final con la incertidumbre de los sentimientos que habíamos experimentado. Aquí, sencillamente, nos suelta su puño con una espectacular escena final que sobrecoge. A grandes rasgos diré que Hanks aporta un talento que está en posesión de muy pocos actores. Nos encoge el estómago, sin artificios ni histrionismos. Sacude al espectador con verdad, franqueza y conocimiento. Muchos terrores internos ha de tener el bueno de Tom para crear ese vacío oscuro que su personaje muestra en el epílogo de la historia. Normal y merecido es el rumor que le postula como el favorito para el Oscar a Mejor Actor, otra vez. Lejos han quedado sus absurdas apariciones como Robert Langdon (eso espero...hay está 'Inferno'). Gracias Hanks.
La frase 'basada en hechos reales', a decir verdad, aquí sobra. Greengrass y Hanks nos cuentan su verdad. Con ésa tenemos más que suficiente. La única pega que podría achacar al primero es que se prodiga poco. Debería hacer más cine. Paul Greengrass entra en mi muletilla favorita: Buen Cine¡¡
Información de más
- Los auténticos tripulantes del 'Maerks Alabama' quedaron indignados al ver la película. Nada es como sucedió desde el momento inicial. Phillips no fue el héroe que nos hacen ver en el film.
- El guión de Billy Ray se basa integramente en el libro del propio Richard Phillips.
- Los cuatro piratas somalies son actores debutantes. Todos de Somalia.
- Toda la película se rodó en localizaciones reales, nada de decorados. El barco es auténtico y los actores sufrieron los rigores de estar en alta mar.
- En España tenemos nuestra propia versión: 'Alakrana', emitida en TV.
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