Nada, que no hay manera... De vuelta con las dichosas adaptaciones de grandes novelas. Esta vez si que no puedo con ella. En los últimos tiempos hemos sido testigos de los más absurdos delitos contra la integridad de obras escritas. O tengo una racha de mala suerte o mis sentidos arácnidos están oxidados. Hace unos meses la impresentable 'El juego de Ender' (2013) asaltaba los cines destrozando la genial historia de Orson Scott Card, antes asistí al deterioro y destrucción en la TV de 'The Walking Dead' de Robert Kirkman y hace unas semanas fue testigo directo de la polémica adaptación de la segunda parte de 'El Hobbit'. Pues no estando a gusto con todo esto, voy al cine y veo 'El médico'. La verdad, a todos los que hayáis leído el libro deciros... lo siento. A los que no habéis tenido oportunidad de disfrutar de la estupenda novela, un consejo: leerla y olvidáros que unos insensatos han intentado sacar oro a base de ofrecernos bisutería.
¿De qué va?
¿De qué va?
Rob J. Cole, un niño huérfano de nueve años es adoptado por un barbero que le enseña el oficio. Durante años recorren Inglaterra montando espectáculos para atraer al público hasta que su padre adoptivo también muere. Rob seguirá en solitario y conocerá a Benjamin Merlin, un médico judío al que pronto admirará y quien le descubrirá a su mentor, el científico persa Ibn Sina (Ben Kinsgley). Rob, determinado a convertirse en un gran médico, iniciará un emocionante viaje hacia Persia, donde se hará pasar por judío para poder estudiar en una escuela que no admite cristianos.
La crítica
Si hacemos un esfuerzo, titánico, e intentamos ver 'El médico' sin tener en cuenta la novela, lo que el simpático director alemán Phillip Stolz nos propone es una especie de chicle "Boomer" al que le han mezclado demasiados sabores creyendo que en eso radica la esencia de que se alargue sin sentido el metraje de un film que estaba avocado al fracaso desde el momento que se pensó en realizar un telefilme (por que tiene un aire a cartón piedra que ríete tú de 'Prince of Persia', 2010 o 'Dragones y mazmorras', 2000). Sin querer menospreciar a las TV movies, esta descabellada adaptación se pasa por el arco del triunfo todo el conjunto y trama de la novela original.
De acuerdo que un director es libre de enfocar la historia hacia sus derroteros favoritos... pero de ahí a sacar de la chistera cambios, que no extensiones, que afecten a la narrativa en sí de la película no merece otro calificativo que no sea "estrepitoso fracaso". El propio Stolz, versado en el mundo del videoclip (Madonna, Ramstein...), ha creído conveniente realizar él mismo el guión. No contento con dirigir una producción con claras intenciones de hacerse pasar por un blockbuster yanqui, ha confiado en su buen hacer como creador de escenas. Visto el resultado bien podría haber llamado a Damon Lindeloff ('Prometheus', 'Guerra mundial Z') y terminar por degollar a Noah Gordon.
Personajes que no aparecen en film, sub trama de amor que borran de un plumazo, encuentros que inventan, disparatadas alusiones a películas de aventuras cuando realmente el libro es un apasionante viaje del conocimiento, una retahíla de despropósitos como el factor que determina al protagonista a ser médico aquí se modifica, no importa, como la novela se escribió hace más de 25 años... ¿quién se va a enterar? Lejos quedan los tiempos del buen cine alemán, que buenos recuerdos me trae 'El nombre de la rosa' (1986) o 'El submarino' (1981). Pero por aquí, ni noticias de buen hacer, ni transmisión de emociones ni nada que se le parezca.
Es obvio el tono que han elegido no es el más apropiado para trasladar las páginas. Carece en todo momento de la tensión de la novela, de la emotividad del personaje principal (Rob J. Cole) y de las motivaciones reales que mueven al personaje. El director ha optado por una versión amable, superficial y bastante blandita. No hay ni un ápice de actores que en otros trabajos han dado mucho más de sí (Ben Kinsgley está cada vez peor... ¿por qué elige últimamente tan mal sus personajes?). No existe una épica veraz, ni rastro de pasión que arrastre al espectador. Todo se va diluyendo poco a poco. Me cuesta escribirlo, pero incluso la versión que se hizo de 'El perfume' (2004) de Patrick Suskind es mucho mejor a todos los niveles. Por ello quiero ahondar en que el cine alemán no ha olvidado rodar bien... es sólo que esta vez se han estrellado contra un camión de 28 ruedas.
Tom Payne como Rob J. Cole no me llega en ninguna escena a empatizar. No logro ver al médico en el que quiere convertirse. Como actor, proviene de series y casi siempre de secundario, no tiene la fuerza interior que debe dar al personaje. Quizás la novela pese más de lo que creo a la hora de valorar el film en conjunto. Pero el resultado chirría de manera espeluznante. Una producción que parece haber cogido retales de otros decorados, un intento de hacernos creer que estamos en una versión europea de 'El reino de los cielos' pero sin la pasión (que no quiere decir talento) que tenía ésta.
Algunos dirán que era lógico que una novela que hacía más de 25 años que fue publicada con un enorme éxito en Europa, debía ser rodada en Europa. Bueno, tampoco pasa nada si los yanquis hacen una versión más salvaje. Después de todo, el cine USA ya demostró hace poco que también sabe destrozar un clásico de la literatura como 'El amor en los tiempos del cólera' (2007) donde al igual que en esta ocasión, personajes, historia y trama eran vapuleados al gusto displicente de un director y unos guionistas que basaban un relativo éxito en el título de la novela.
Lo siento por Noah Gordon, pero su médico debe ser hospitalizado de inmediato.
Información de más
- El Festival de Cannes fue el escenario elegido para anunciar el proyecto, después de que el libro se publicase hace 26 años.
- La película fue filmada en diferentes países: Gran Bretaña, Alemania y Marruecos.
- El libro tuvo una gran acogida en Europa (especialmente en España y Alemania) situándose en los primeros puestos de las listas de ventas, sin embargo en América no tuvo una buena acogida.
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