No quisiera ser tachado de insensible o algo parecido
pero nunca he empatizado con la obra de Hayao Miyazaki. No es ninguna clase de
postureo (algo tan de moda últimamente) ni es querer ir contracorriente, pero ninguna
de sus películas me ha parecido nunca una obra maestra tal y como pregona la
gran mayoría de público. Sólo su versión animada de las aventuras de Sherlock
Holmes me parece una maravilla, quizás más por su espíritu a lo Tex
Avery que otra cosa.
Pero ya lo dice el refrán: “que las ramas no te impidan
ver el bosque”. Por eso, que no me gusten sus películas no me impide reconocer que Miyazaki es un
maestro de la animación y que su técnica es posiblemente insuperable. Con este
espíritu me dispuse a ver 'El viento se levanta', según sus propias palabras,
su último film, que ha sido alabado en todos los festivales por los que ha
pasado y elevada a las alturas como un estupendo colofón a la carrera del
maestro.
Jiro Horikoshies un niño japonés que sueña con volar y
diseñar aviones. Es un fan declarado del famoso diseñador aeronáutico italiano
Giovanni Caproni, que incluso se le aparece en sueños. En 1927, ya adulto, Jiro se une a la división
aeronáutica de una compañía de ingeniería y gracias a sus grandes habilidades
pronto se convierte en unos de los más prestigiosos diseñadores.
La crítica
Hayao Miyazaki ha decidido
olvidarse de historias mágicas de duendes, brujas y otro tipo de espectros, tan
habituales en toda sus anteriores películas, para centrarse en una
historia biográfica, la de Jiro Horikoshi, el ingeniero aeronáutico que diseñó
el Mitsubishi A6M Zero, el famoso avión de combate japonés.
A pesar de no ser del género
fantástico, la película sí que toca, a su manera, temas más habituales en su filmografía como son la pérdida de un ser querido o la relación entre el hombre
y la naturaleza. Además incluye una historia de amor trágico que sirve para
que la película no sea únicamente un tratado de aeronáutica. Esa historia de amor, que intenta darle a la historia una vertiente más personal, actúa
como contrapunto en la película ya que obliga a Jiro a aprender a intentar equilibrar el amor
que siente por su novia Naoko con el amor por su trabajo.
Las películas salidas del Studio Ghibli tienen unos rasgos identificativos claros y seguramente el más importante de todos sea la gran calidad narrativa de todos sus films. Para nuestra sorpresa, 'El viento se levanta' carece de esa calidad. Su historia y sus personajes son, en contra de los que nos tiene acostumbrados Miyazaki, planos y con poco o ningún carisma.
En contraposición, la película es visualmente
arrolladora (destacando la escena inicial del terremoto de Kanto de 1923 y que
sirve para introducir al personaje de Naoko) y derrocha lirismo por los cuatro
costados (sobre todo en las escenas en las que Jiro se encuentra en sueños con
su idolatrado Caproni) pero es tremendamente aburrida.
Las aventuras como diseñador
de aviones de Jiro no son demasiado interesantes y tampoco su historia de amor,
que a pesar de estar condenada a un final trágico, en ningún momento consigue
transmitir pasión alguna. Es más, me aventuro a decir que Nahoko puede acabar convirtiéndose en uno de los peores personajes creados por Miyazaki.
Algo mejor son las escenas en las que Jiro
y Caproni hablan de la vida y de su trabajo, ya que consiguen hacernos recordar
vagamente al Miyazaki que todo el mundo espera. Escenas oníricas donde sí ha
dado rienda suelta a su creatividad y fantasía, aunque terminan por ser repetitivas. Cada encuentro entre los dos
personajes se salda con los mismos consejos por parte de Caproni. ¿Era
necesario tanta reiteración en sus explicaciones? ¿Toma Miyazaki por tonto a
Jiro… o a nosotros?
Lo que si deja bien claro la
película es el mensaje que quiere dar el director a todos los espectadores, un
mensaje que por otro lado, ya imaginábamos. Trazando un paralelismo claro entre
el propio Miyazaki y Jiro, vemos como a ambos les apasiona su trabajo y utilizan esa pasión para expresarse a
través de él, reflexionando sobre lo que supone ser un creador. De aviones o de
mundos de fantasía, tanto da.
Es una pena que el colofón a
una carrera tan excepcional como la de Hayao Miyazaki sea un film fallido como 'El viento se levanta', pero que eso no
impida darle las gracias al maestro por todo los que nos ha hecho vivir y soñar.
Ya lo dicen los versos del poema “El Cementerio Marino” de Paul Valéry en los que se inspira el título del film: “El viento
se levanta… ¡hay que intentar vivir!”
Información de más
- La película es una coproducción con USA y en la versión en inglés los encargados de doblar a los principales personajes han sido Joseph Gordon-Levitt, John Krasinski, Emily Blunt, Stanley Tucci, Martin Short, Mandy Patinkin, William H. Macey y Werner Herzog.
- El nombre del estudio de Hayao Miyazaki, Studi Ghibli, deriva del apodo que los italianos usaron para sus aviones de exploración del Sáhara durante la II Guerra Mundial. Ghibli es el nombre que dan en Libia al viento Sirocco y Miyazaki, gran aficionado a la aeronáutica, adaptó el nombre porque consideraba que con sus películas estaban dando un aire nuevo a la industria de la animación.
- El padre de Miyazaki fue director de la Miyazaki Airplane, una de las compañías que ayudó a construir el Mitsubishi AM6 Zero.
- El estreno de la película ha generado una polémica entorno a la ideología que presenta el film y Miyazaki ha sido acusado de glorificar la construcción de una herramienta de guerra.
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