La pasada semana (del 16 al 20 de Julio) se celebró en Santa
Cruz de Tenerife uno de los eventos más esperados de la isla que además cuenta
con reconocimiento nacional, la TLP Tenerife. Este evento abarca varias áreas
temáticas tales como una Lan donde este año asistieron más de 2000
participantes, una zona de exposición sobre las últimas tecnologías, una serie
de talleres y conferencias para desarrolladores o una zona e-sports, donde se
celebraron torneos de los videojuegos más actuales, pero esta entrada se
encargará de analizar exclusivamente otra de esas áreas, la Summer-Con.
La Summer-Con es un espacio antaño conocido como “Salón del manga” que ha
‘mutado’ dada la gran aceptación que ha ido teniendo con diferentes públicos,
convirtiéndose así en una gran convención donde todo cuenta y tiene representación.
Este año la Summer-Con partía con grandes expectativas, pues
doblaba en tamaño a la realizada en 2013, su plantel de artistas invitados era
muy bueno y los talleres y concursos tenían muy buena pinta, pero como digo
esto eran meras expectativas pues la práctica fue muy distinta de la teoría, y
para explicar eso hacemos esta review.
Como ya hemos comentado,
el tamaño de esta Summer-Con era mayor que años pasados y eso se notaba, daba
gusto caminar con tranquilidad aún con la cantidad tan enorme de gente que
asiste a este evento cada año y se podían ver los diferentes stands de las
tiendas participantes sin ningún problema, además, el escenario habilitado por
la organización para la mayoría de concursos se encontraba en una terraza para
que el calor no fuese tan acuciante como en el interior del recinto, lo que
también fue de agradecer.
Este año el evento contaba
con la participación de grandes artistas de la talla de Ken Niimura, Luis Royo o Pepe Larraz
- ambos ilustradores y dibujantes reconocidos a nivel internacional-, entre
muchos otros, con los que los asistentes pudieron disfrutar de varios encuentros
a lo largo de la semana.
Los
talleres fueron los otros grandes beneficiados en la ampliación de la Summer,
pues contaban con un enorme espacio para ellos y así pudieron aumentar en
variedad. Este año hubo talleres de orejitas, origami, papercraft, hama (sí, hama, eso que
no falte), plasti show…además de un sinfín de juegos de mesa donde voluntarios
–tanto de la organización como de tiendas colaboradoras- enseñaban a los
visitantes a hacer sus propias manualidades o disfrutar de juegos absolutamente
desconocidos para la mayoría.
Y llegó el desastre. Bien es sabido para los habituales que el gran fuerte de este evento son los concursos pero, primero que nada, vamos a hacer una distinción entre los concursos de Karaoke y Asian Best Dance Cover frente al de Cosplay, los dos primeros se hicieron en un escenario exterior y más pequeño que el de Cosplay pues así era lo lógico dadas las particularidades de cada uno de los concursos. Los concursos al aire libre empezaron cerca de una hora tarde, aunque apenas hubo fallos técnicos a lo largo de los mismos y el presentador hizo de ellos algo ameno y fluido, como pega sólo decir que la diferencia entre los ganadores y el resto era quizá muy evidente como para dar emoción al anuncio de los premiados y la falta de entretenimiento durante la deliberación del jurado hacía que el público se dispersase sin tener claro a qué hora volver para enterarse del ganador.
Caso aparte es el
concurso de Cosplay, el que cada año es el que más expectación genera y por
ello se deja como cierre del evento, sin embargo este año fue un auténtico
desastre. El concurso se realizó en un escenario diferente al habitual y por lo
tanto no estaba habilitado correctamente, por tal motivo se retrasó casi 2
horas durante las cuales no hubo ningún tipo de anuncio por parte de la
organización y lo que es peor, los espectadores podíamos ver a alguno de sus
integrantes sentados en el escenario riéndose entre ellos mientras esperábamos
ese tiempo y los voluntarios (y algún que otro organizador) sudaban lo
indecible para poder sacar adelante el concurso; una vez pasada una hora se les
ocurrió sacar una especie de helicóptero por control remoto para entretener al
público en vez de dar algún tipo de explicación del retraso, lo que aumentó el
malestar. Una vez empezado el evento hubo también fallos de todo tipo, el audio
no funcionaba bien, los vídeos entraban tarde o ni lo hacían…vamos, un
auténtico caos, fue un espectáculo lamentable de ver para todos los allí
presentes.
Dentro de todo lo malo, cabe añadir que tanto el presentador
como una animadora (ambos voluntarios) fueron los que hicieron que el público
entero no se marchase de aquel lugar con ganas de no volver jamás.
Este año ya se ha acabado, esperamos que el año que viene se
vuelva a realizar este evento más y sobre todo mejor, y que los fallos
cometidos sirvan para aprender a no dejar las cosas para el último momento y
que la organización tome nota de sus errores para aprender de ellos, porque en
Tenerife no queremos quedarnos sin nuestra Summer-Con.
La cierto es que coincido en muchos aspectos de esta crítica, que como tal se debería tomar y de la cual la organización de TLP y Summer-Con podría aprender de los errores cometidos en el pasado (aunque muchos se repiten año tras año) para hacer una TLP/Summer-Com mejor la próxima vez.
ResponderEliminarComo dicen por ahí soy un "FanBoy" de TLP, pero eso no quiere decir que no vea y sepa apreciar los fallos que se cometen.
Muy buena crítica y espero leerte alguna más por aquí Chise_Hinah
Eres una crack y 100% cierto todo lo que has escrito. ^^
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