¿Por qué nos encanta tanto el cine? Porque siempre habrá una nueva pieza que nos encandile de una forma u otra. A veces es el cine más freak que puedas imaginar, otras será una ciencia ficción asombrosa que nos dejará sin palabras y algunas pocas veces (aunque cada vez más) lo será el cine español de marca, de calidad, que nos dejará totalmente sin palabras.
¿De qué va?
¿De qué va?
Ambientada en la España de los años 20. Carmen es una joven que, después de perder a algunos familiares, queda a cargo de los cuidado de su madrastra Encarna (Maribel Verdú), quien hará de su vida un auténtico infierno.
La crítica
Hay adaptaciones y adaptaciones del cuento de los hermanos Grimm sobre Blancanieves, pero si el señor Disney me lo permite, la versión de Pablo Berger es LA adaptación. Mientras que en Hollywood piensan en la manera de revivir la taquilla a base de ideas poco originales, el director español en 2012 dio una lección al mundillo del cine americano.
'Blancanieves' se sitúa en una España de hace aproximadamente cien años, donde nuestro principal atractivo eran los toros y la música flamenca. Blancanieves, como personaje, es la hija de un famoso torero que acaba de ser pillado por un toro y una cantaora que muere cuando da a luz a su única hija, a la que le ponen el nombre de Carmen.
Después de este par de incidentes una de las enfermeras que cuida del torero, Antonio Villalta (Daniel Giménez Cacho), engatusa al enfermero y se casa con éste, pasando a ser la madrastra de la joven Carmen. Ya desde el comienzo vemos claras las intenciones de Berger: pretende vender un cuento tradicional con influencias de la cultura española, y lo consigue.
Hay adaptaciones y adaptaciones del cuento de los hermanos Grimm sobre Blancanieves, pero si el señor Disney me lo permite, la versión de Pablo Berger es LA adaptación. Mientras que en Hollywood piensan en la manera de revivir la taquilla a base de ideas poco originales, el director español en 2012 dio una lección al mundillo del cine americano.
'Blancanieves' se sitúa en una España de hace aproximadamente cien años, donde nuestro principal atractivo eran los toros y la música flamenca. Blancanieves, como personaje, es la hija de un famoso torero que acaba de ser pillado por un toro y una cantaora que muere cuando da a luz a su única hija, a la que le ponen el nombre de Carmen.
Después de este par de incidentes una de las enfermeras que cuida del torero, Antonio Villalta (Daniel Giménez Cacho), engatusa al enfermero y se casa con éste, pasando a ser la madrastra de la joven Carmen. Ya desde el comienzo vemos claras las intenciones de Berger: pretende vender un cuento tradicional con influencias de la cultura española, y lo consigue.
Y es así como Berger nos encandila absolutamente en una pieza única puesto que 'Blancanieves' rezuma originalidad por doquier. El director español adapta el famoso cuento y sus principales iconos (la bruja, Blancanieves, los enanos o la manzana) dentro de una posible realidad en una España pasada.
'Blancanieves' consigue llegar al espectador como el drama total que es a través del uso del cine mudo, apoyado por una fuerte banda sonora genial gracias a la combinación de la música flamenca o la clásica. De una caracterización total de la época, tanto en temática como en vestuario. De una fotografía en blanco y negro que remata con contundencia el ambiente de la obra que pretende situarnos dentro de la época. Puro arte.
A todo esto hay que añadirle la facilidad que tiene por avanzar el argumento y meter a Blancanieves en todo tipo de desgracias, Berger nos quiere transmitir lo que realmente es el cuento de Blancanieves: una muy dura tragedia que puede tener, o no, final feliz.
Para acabar de rematar la cosa podemos hablar de los personajes, de los actores, que todos están sumamente bien interpretados, pero si alguien merece ser nombrada es Maribel Verdú que se come la pantalla por completo. Su rol como madrastra es genial y ella lo transmite con firmeza y me atrevería a decir que ha logrado consagrarse como una de las villanas del cine español. Sabe lo que hace y el Goya que ganó en su día estaba más que merecido.
Aunque tampoco debemos dejar de lado a los siete enanitos, los cuales dan un toque algo más cómico dentro de la obra con escenas de lo más graciosas (uno de los enanos es un travestido).
Por si no fuera poco, el desenlace de la obra es la gota que colma el vaso y finaliza con firmeza esta pedazo de película, dejando al espectador noqueado ante lo que vendría a ser el momento cuspide de la cinta.
Una vez más se demuestra que el cine siempre puede sorprendernos sea como sea. Lo que queda claro es que 'Blancanieves' es una auténtica obra de arte que todos deberíamos ver, por lo menos, una vez.
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