The Killing (T3 y T4). El puedo pero no quiero

¿De qué va?

Después de resolver el caso de Larsen, Linden (Mireille Enos) y Holder (Joel Kinnaman) se encargarán de otros dos nuevos casos. El primero (temporada 3) tratará sobre un asesino en serie de prostitutas adolescentes y el segundo (temporada 4) sobre la brutal masacre de una familia con dinero.

La crítica

El culebrón de 'The Killing' es digno de mención: después de finalizar la segunda temporada, AMC decidió cancelarla y poner fin a las historias de Linden y Holden. No obstante, por diversos factores, la serie resurgió de sus cenizas y fue rescatada para firmar una tercera temporada, nuevo caso. Al cierre de ésta, se habló de nuevo de cancelar la serie, la cual fue rescatada por Netflix, para dar a luz a una cuarta temporada con la mitad de capítulos.

La verdad es que después dejar el listón en lo más alto y tras lo acontecido con su cancelación, me daba mucho miedo acabar 'The Killing'. Con lo cuál decidí posponerlo durante un par o tres de años. El resultado final me deja contento, decepcionado y contrariado.

Bajo mi punto de vista, creo que la serie de AMC tenía muchos de los elementos necesarios para ofrecer al publico una serie policial muy buena e intensa: grandes personajes acompañados de sus increíbles actores, giros argumentales bien buscados, tensión en el ambiente y sobretodo misterio, mucho misterio. 

Al comienzo de la tercera temporada, con un nuevo caso de asesinato, la serie vuelve a abrir muchos hilos, con una gran diversidad de personajes y muchas dudas, tal y como hizo en las dos primeras temporadas. Volvemos a sentir esas ganas de seguir viendo las aventuras de Linden y Holden, nos interesamos por los personajes y no tenemos esa sensación de estar repitiendo de nuevo la fórmula anterior.
El punto fuerte de 'The Killing', el que le dio todo su éxito con las dos primeras temporadas, fue los tres puntos de vista que ofrecía para desarrollar los hechos. En la tercera temporada parten de dicha base, con los puntos de vista de la policía, el que creen que es el asesino que está encarcelado y un grupo de adolescentes que viven en la calle y se ganan la vida con su cuerpo. Los primeros compases de la famosa exitosa de AMC vuelven a repetir esquema para sorprender al espectador, te llegas a plantear hasta porque AMC quería acabar con ella, puesto que la serie no había perdido nada.

Por desgracia, la cosa se desinfla antes de que te des cuenta y empiezas a ver que hay piezas que no acaban de encajar. Empezando por los personajes, que van y vienen. Al comienzo, cuando no los conoces piensas que dan juego y que tienen mucho gancho, pero cuando pasan los capítulos ocurre de todo: que uno de los personajes desaparezca sin motivo y regrese cuando al guión le parezca, otros son puramente de relleno y no aportan absolutamente nada. Todo esto antes no había ocurrido. Lo que si que es cierto es que la tercera temporada tiene dos de los mejores personajes de toda la serie: Bala (Bex Taylor-Klaus) y Ray Seward (Peter Sarsgaard)
Es cierto que los capítulos acaban de la mejor de las maneras, enganchando al espectador a ver más y más. Saben jugar ese juego y lo ganan, pero después, durante la mayor parte de los hechos capítulo tras capítulo ocurren cosas que no tienen sentido. La esencia de 'The Killing' se muere. Se ve a leguas que la serie va a terminar, los guiones carecen de cohesión, se abren hilos que no se cierran y los momentos intensos pierden esa tensión tan característica de la serie de AMC. Lo peor de todo es que arrastran el error hasta el final de la serie, en la siguiente temporada. No entendemos la necesidad de agobiar los hechos unos con otros hasta el extremo de "acabar ya que nos cortan el presupuesto", es algo que no es necesario.
Contrariamente, cuando los guionistas arrojan un poco de luz a tanta sombra, a sus deshechos y nos dejan de nuevo con el culo torcido con ese giro argumental al final de los hechos, vemos que no saben aguantar el nivel: ofrecen un final de la tercera temporada atropellado y repentino. La idea es tremenda, nadie se la espera y se podría haber sacado mucho más jugo a su resultado.

Aunque el enfoque es diferente en la cuarta y tratan de arreglar el estropicio, la cosa se va de madre. En la cuarta temporada no hay tantos personajes, no hay secretos, no hay tramas. 'The Killing' deja de ser 'The Killing' para ser otra cosa. De hecho, el pastel se descubre sin que el espectador lo sepa o sin que lo descubra la policia, para agilizarlo todo ruedan una escena para explicar lo que pasó, sin misterio, sin intensidad y sin nada,  terrible. Se ve a leguas como terminará todo, lo único que transmiten los guiones de la serie son las ganas de cortarla y acabar ya con esto.
Sin embargo, y para nuestra suerte, el último capítulo de la temporada es un soplo de aire fresco, suavizando el mal gusto con el que te dejan las dos temporadas en general. Nos sorprende el giro de los acontecimientos y sentimos que 'The Killing' vuelve para despedirse. Hay guiños, hay emoción y por una vez en estas dos temporadas no queremos que la serie termine (aunque sabemos que era lo mejor).
Y menos mal que las interpretaciones son increíbles. Hay titanes en la serie, Joel Kinnaman se ha ganado su hueco en Hollywood y no es por pasar desapercibido, que papelazo. Mireille Enos sigue en su tónica, encarna a la perfección al personaje de Linden. Los artistas invitados: Peter Sarsgaard y Joan Allen son tan buenos (o más) que los protagonistas. En especial Sarsgaard, que hace un papelazo y deja en la cumbre la serie con el increíble capítulo '6 minutos', que seguramente sea lo mejor de estas dos temporadas.
Es cierto que he rajado como un condenado de la serie, pero dentro de la media las temporadas no están mal. Pero al ser dos temporadas más de 'The Killing', donde el guión era lo más importante, te quedas alfo frío y te preguntas si no podrían haberlo hecho mejor. Una cosa está clara: echaremos de menos a Linden y Holder.

Información de más

  • Bex Taylor-Klaus reveló en una entrevista que durante el rodaje de la tercera temporada habló con muchos escritores, miembros del reparto y actores para reunir información sobre quién podría ser el asesino, hasta el punto de descubrirlo antes de saberlo por la serie.
  • Veena Sud confirmó en una entrevista que la serie representa las diferentes ubicaciones geográficas de Seattle. Las temporadas 1 y 2 representan los barrios de la clase obrera, mientras que la temporada 3 representa las calles y la cuarta temporada representa la parte rica de Seattle.
Nota final: 7

Tirso Vargas

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