Para celebrar el primer
aniversario del blog de Ahora Critico Yo, Kyle me pidió hacer una contracrítica
de alguna de las que había hecho él, y cuando la he leído lo primero que me ha
venido a la cabeza es: “Me llamo Muelles de Goon, tú has criticado La Princesa Prometida ,
prepárate para la contracrítica”.
¿De qué va?
¿De qué va?
Un abuelo acude a casa de su
nieto enfermo para leerle un libro y así hacerle pasar el día más entretenido, un
libro que ha pasado de generación en generación. Lo que al principio le parece aburrido, con
el paso de las páginas lo ira atrapando sin compasión.
Buttercup vive en una granja en
el país de Florín, y con ella el mozo de cuadras Westley, el cual recibe
continuas órdenes de ella llamándolo ‘muchacho’, a lo que este siempre responde
con un simple ‘como desees’. Con el paso del tiempo Buttercup descubre que
estas palabras significan ‘te amo’, con lo que acaba sucumbiendo a los encantos
del mozo.
Westley se marcha en busca de
dinero para poder casarse con Buttercup, pero nunca vuelve ya que su barco es
atacado por el Pirata Roberts, el cual jamás hace prisioneros. Cinco años
después y ante la certeza de que Westley está muerto, Buttercup acepta casarse
con el príncipe Humperdinck, próximo rey de Florín, aunque ella no está
enamorada de él.
La crítica:
Yo te defino rápido La Princesa Prometida :
es una película romántica, ya que trata de buscar el amor verdadero, que es el
único objetivo de toda la película desde el principio hasta el final. Lo que
ocurre es que como en toda relación amorosa hay momentos de tristeza, emoción,
aventuras y sobre todo de grandes dosis de humor, que es lo que nos muestran
continuamente en la película, porque ¿que sería de la vida sin todo esto?
No es una parodia del género de
aventuras ni romántico, simplemente se lleva al extremo para crear una fábula
alrededor de una historia de amor, lo más antiguo de la humanidad y lo que al
fin y al cabo mueve el mundo. Adornado y acompañado por unos personajes a cada
cual más extraño y que aportan su granito de arena a esta estupenda historia.
En cuanto a la pareja principal
de protagonistas tan solo decir que están dibujados y caracterizados según los
cánones y estándares de las mujeres y hombres de 1987, ¿que quizás sean
empalagosos?, pues sí, no lo vamos a discutir, pero era lo que se llevaba en
los años ochenta y tal y como éramos, y así es como los representan. Buttercup
se come la pantalla literalmente con tan sólo su mera presencia, el personaje
no hace nada que no hiciera ninguna mujer u hombre en esta vida, esperar a su
amor verdadero hasta que ya no queda ni un halo de esperanza de que su amor
vuelva a su lado. Y si además le añades un príncipe malvado que te hace caer
‘en el lado oscuro’, pues ya tienes todos los ingredientes.
Un personaje extravagante es Vizzini,
tan orgulloso de su intelecto y su lógica aplastante, que ahí está la gracia
del personaje, tan caricaturesco que llegas a odiarlo por ser tan sabiondo,
cascarrabias y despectivo con los demás, pero que en el fondo despierta
compasión más que repulsión.
Estamos de acuerdo, eso sí, en
que Fezzik e Iñigo son los mejores personajes de la historia, haciendo una
pareja cómica extraordinaria. Míticos son sus duelos de rimas, su protección
mutua y completa compenetración cuando se defienden del irreverente Vizzini, y
por último la escena surrealista cuando Westley es despertado y no se puede
mover en el muro del castillo, Fezzic e Iñigo lo manejan para conducir el ritmo
de esa gran hilarante escena.
En definitiva, también reconozco
el esfuerzo que ha hecho Kyle al ver y criticar La Princesa Prometida ,
como ya le he dicho alguna vez, lo que hace él es difícil porque no es lo mismo
ver una película de este tipo en los años ochenta y siendo un niño que verla
siendo ya adulto y en pleno siglo XXI.
Información de más:
Nota final: 8
- Florin
y Guilder son en realidad el nombre de dos monedas. El florin fue una
moneda florentina mientras que el Guilder se usaba en los Países
Bajos.
- André el gigante no iba a ser Fezzik. El papel se le ofreció primero al ex-jugador de baloncesto Kareem Abdul-Jabbar pero éste lo rechazó.
- Casi todos los diálogos de Billy Cristal fueron improvisados. Tenía ya tablas como cómico y le resultaba sencillo cambiar sus diálogos hasta hacerlos más cómicos. El resultado fue tan bueno que Rob Reiner se tuvo que ir en varias ocasiones del plató por un ataque de risa.
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