Cuando un creador toca el cielo con su última obra, tiene ante sí varios caminos por elegir. O bien se repite en su estilo para conseguir realizar una nueva obra; o cambia radicalmente de registro y se encamina por otros derroteros; o quizás decida hacer lo que el venga en gana creyendo tener ese poder sobre su obra. Bien, en los dos primeros casos no hay problema. El grave error radica en el tercer ejemplo, ya que se corre el riesgo de caer en algo superfluo y carente de interés. Un creador que se mira su ombligo e impone como centro cósmico su buen hacer, tiene todas las papeletas para acabar convirtiendo una nueva obra en un producto de su ego. En estas líneas os mostraré un ejemplo de soberbia (en sentido negativo) de inmenso orgullo cinéfilo. Vaya por delante mi más sentida admiración por su creador, pero cuando uno mete la pata de esta manera, no hay admirador que pueda mirar hacia otro lado.
¿De qué va?
Jackie Brown (Pam Grier) es una azafata de vuelo que es detenida con contrabando de su jefe Ordell (Samuel L. Jackson). Por suerte para ella, Ray Nicolet (Michael Keaton) un agente federal, hace un trato con ella para detener a Ordell. Es entonces cuando conoce a Max Cherry (Robert Foster) su agente de fianzas. Entonces Jackie decide ir contra los federales y Ordell. Pero necesita la ayuda de Max. Nadie va a interponerse en su camino por recuperar el dinero que le debe Ordell.
La crítica
Tras su fulgurante éxito con 'Reservoir dogs', todo un trabajo de buen cine; mostrar al mundo su increíble imaginación con 'Pulp fiction'; escribir una serie de guiones que plasmaban sus inquietudes cinéfilas ('Amor a quemarropa', 'Asesinos natos' o 'Abierto hasta el amanecer'); después de inundar páginas y más páginas sobre su estilo visual de cine, Quentin Tarantino decidió que ya era hora de tomarse unos años sabáticos en su vida para dar forma a su siguiente proyecto. Pues bien, creo que fueron los peores años de su vida visto el resultado. Hubiera sido mejor que dirigiera cualquiera de los guiones antes mencionados que realizar 'Jackie Brown'.
¿Por qué? Fácil. Esta película es un canto al narcisismo puro y duro. Varios factores demuestran que es su guión más aburrido, su estilo de director más plano e incumple todas las expectativas que él mismo había propuesto en anteriores films. El seguidor de Tarantino, que eran muchos por esos años ya... no encontrará en este título apenas dos o tres puntos de conexión con el estilo del director de Tenesse. Sólo en el montaje de las escenas finales (con los puntos de vista de la acción de cada personaje) o la excelente banda sonora (como siempre en su cine) harán recordar que tras la cámara está el mismo genio que después creará 'Kill Bill' o 'Malditos bastardos'.
Unos personajes bastantes sosos para lo que nos ha ido enseñando a lo largo de su filmografía llenan las más de dos horas de este pastiche de gustos personales. Es obvio que siempre ha dirigido según sus apetencias, pero en este caso en particular, eligió de lo peor de su muestrario. Jackie (Pam Grier) no es la heroína que luego veremos en "La novia" o la valiente "Shosana". Max (Robert Foster) no convence en ningún momento como héroe de la función, más bien parece un reflejo del ocaso de un cincuentón en alguna mala película de TV. Ni tan siquiera los villanos de turno (geniales en el cine del creador de 'Django Desencadenado') hacen su aportación al film. Ni Ordell (Jackson) o Louis (De Niro) llegan a brillar en todo el conjunto.
Quizás la elección del reparto deba buena parte de culpa. Una Pam Grier (referente en el cine de serie B de los 70) que chirría como estrella en pantalla. Tal vez fuera un icono sexual en aquellos años e incluso se convirtiera en musa de Tarantino en sus húmedos sueños, pero lanzarla como protagonista de un film de su cosecha era una apuesta muy arriesgada. Perdió. A Pam le sirvió para catapultarse un poco más hasta conseguir papeles en nuevas producciones ('Fantasmas de Marte', 'Holy Smoke') pero siempre con el halo de vieja pseudo-estrella como hiciera en los 80. Robert Foster hace lo que puede (poco) con su personaje. No es un actor que transmita nada, tampoco el personaje daba para más. Pero su carrera tampoco era de tirar cohetes antes de que viniera el "Tio Quentin" con el jugoso regalo de un papel. Lo mejor de Foster lo pudimos ver en 'Delta Force' como malísimo terrorista libanés. Eso si, tras 'Jackie Brown' infló su filmografía. Es la gran consecuencia de trabajar con Tarantino, luego te llueve el curro (y si no que se lo digan a Travolta).
El guión es de lo más flojo si lo comparamos con el resto de su carrera. Decae constantemente con largas escenas que hacen adormecer al espectador. Un ritmo que influye en el desarrollo del rodaje, pues esta apatía que sufrió Quentin al escribir, se traslada a la pantalla en vueltas sin sentido para reflejar lo que realmente es la película: una mala historia de amor. Era la primera vez que dirigía algo no escrito originalmente por él. La novela de Elmore Leornard ('El tren de las 3:10', 'Un romance peligroso') se convirtió en un pesado trabajo para una febril mente como la del realizador de 'Death proof' Es sin duda alguna, la peor de sus películas. Que tampoco quiere decir que sea una mala película, sólo que no encaja en su excelente filmografía. El peor título de Tarantino es, con toda probabilidad, el mejor en la carrera de muchos otros directores.
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¿Por qué? Fácil. Esta película es un canto al narcisismo puro y duro. Varios factores demuestran que es su guión más aburrido, su estilo de director más plano e incumple todas las expectativas que él mismo había propuesto en anteriores films. El seguidor de Tarantino, que eran muchos por esos años ya... no encontrará en este título apenas dos o tres puntos de conexión con el estilo del director de Tenesse. Sólo en el montaje de las escenas finales (con los puntos de vista de la acción de cada personaje) o la excelente banda sonora (como siempre en su cine) harán recordar que tras la cámara está el mismo genio que después creará 'Kill Bill' o 'Malditos bastardos'.
Unos personajes bastantes sosos para lo que nos ha ido enseñando a lo largo de su filmografía llenan las más de dos horas de este pastiche de gustos personales. Es obvio que siempre ha dirigido según sus apetencias, pero en este caso en particular, eligió de lo peor de su muestrario. Jackie (Pam Grier) no es la heroína que luego veremos en "La novia" o la valiente "Shosana". Max (Robert Foster) no convence en ningún momento como héroe de la función, más bien parece un reflejo del ocaso de un cincuentón en alguna mala película de TV. Ni tan siquiera los villanos de turno (geniales en el cine del creador de 'Django Desencadenado') hacen su aportación al film. Ni Ordell (Jackson) o Louis (De Niro) llegan a brillar en todo el conjunto.
Quizás la elección del reparto deba buena parte de culpa. Una Pam Grier (referente en el cine de serie B de los 70) que chirría como estrella en pantalla. Tal vez fuera un icono sexual en aquellos años e incluso se convirtiera en musa de Tarantino en sus húmedos sueños, pero lanzarla como protagonista de un film de su cosecha era una apuesta muy arriesgada. Perdió. A Pam le sirvió para catapultarse un poco más hasta conseguir papeles en nuevas producciones ('Fantasmas de Marte', 'Holy Smoke') pero siempre con el halo de vieja pseudo-estrella como hiciera en los 80. Robert Foster hace lo que puede (poco) con su personaje. No es un actor que transmita nada, tampoco el personaje daba para más. Pero su carrera tampoco era de tirar cohetes antes de que viniera el "Tio Quentin" con el jugoso regalo de un papel. Lo mejor de Foster lo pudimos ver en 'Delta Force' como malísimo terrorista libanés. Eso si, tras 'Jackie Brown' infló su filmografía. Es la gran consecuencia de trabajar con Tarantino, luego te llueve el curro (y si no que se lo digan a Travolta).
El guión es de lo más flojo si lo comparamos con el resto de su carrera. Decae constantemente con largas escenas que hacen adormecer al espectador. Un ritmo que influye en el desarrollo del rodaje, pues esta apatía que sufrió Quentin al escribir, se traslada a la pantalla en vueltas sin sentido para reflejar lo que realmente es la película: una mala historia de amor. Era la primera vez que dirigía algo no escrito originalmente por él. La novela de Elmore Leornard ('El tren de las 3:10', 'Un romance peligroso') se convirtió en un pesado trabajo para una febril mente como la del realizador de 'Death proof' Es sin duda alguna, la peor de sus películas. Que tampoco quiere decir que sea una mala película, sólo que no encaja en su excelente filmografía. El peor título de Tarantino es, con toda probabilidad, el mejor en la carrera de muchos otros directores.
Información de más
- Los papeles de Louis (De Niro) y de Ray (Keaton) fueron en un principio para Sylvester Stallone y John Travolta.
- En el caso de Max (Foster) se pensó en Paul Newman o Gene Hackman.
- El personaje de Jackie Brown era blanco en la novela. Quentin lo transformó sólo por trabajar con Pam Grier.
- Robert Foster iba a trabajar en 'Reservoir dogs'. Su ausencia se vio recompensada con la actuación estelar en ésta.
- La película con menos disparos de su carrera (9 tiros).
- El personaje de Michael Keaton (Ray Nicolette) también aparece en 'Un romance peligroso'.
- Tarantino hace un cameo en el film: es la voz del contestador de Jackie.
Nota final: 5
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