¿De qué va?
Ambientada en el final de la guerra civil, Carlos, un joven de diez años acaba de ingresar en un orfanato donde recogen a huérfanos de victimas republicanas. A partir de entonces, empezarán a ocurrir sucesos que nadie imaginaría...
La crítica
(Después de días sin críticar creo que he perdido la práctica, pero probaremos a ver que sale).
Esta cinta alberga gran cantidad de matices que pueden hacer de ella una película aceptable, pero...¿de qué género? Pues de ninguno, la película en si es pobre, Del Toro pensó en un buen inicio, pero no en un buen desarrollo y mucho menos en un correcto final, porque de dónde no hay, no puedes sacar.
La película mezcla diferentes tipos de elementos, como por ejemplo fantasmas, guerra, amor y poder. ¿Que conseguiremos con esto? Pues nada, porque no nos centramos en un único camino a seguir, si no que vamos abriendo varios, que ellos ya sé encontrarán, pero así no se hace esto, porque pierde toda la gracia, no sigues el hilo de la trama y no paras de preguntarte: ¿y por qué habrá pasado esto?.
Además, hay que decir que la situación en si, es más que surrealista. El filme intenta ambientarte en la época inicial del régimen franquista, donde los que no apoyaban a la falange se veían obligados a huir del país o esconderse por pervivir. Ahí erradica la belleza de este tipo de películas, en saber cómo saldrán adelante los protagonistas de la historia.
Asimismo compartir el sentimiento con aquél que sale en la pantalla. Sin embargo, si pretendes hacer una película de este tipo, estás tratando de acercarte lo más posible a la realidad. Entonces yo pregunto: ¿qué pinta ahí el fantasma de un chaval de diez años? Porque entonces el objetivo al cual aspiras, desvanece en cuestión de segundos al introducir un elemento fantástico. Sencillamente porque no existe (que no entrare ahora en el debate de si existen o no los fantasmas, esto no es Cuarto Milenio y yo no soy Iker Jiménez).
Por lo tanto, en un comienzo la idea es atractiva, pero a medida que el argumento coge forma, la cinta alcanza un estilo (para mi mal buscado) bastante desfasado al inicial. También quiero añadir, que el título de la película no tiene NADA (y remarco para que se vea claro) con el filme en si, se nombra una única vez y no aporta nada a la tema principal de la película.
Asimismo, los actores están bien escogidos dentro de lo que cabe para tener éxito en 2001, tanto Eduardo Noriega como Marisa Paredes estaban en su gran momento, ambos haciendo películas actualmente reconocidas (Abre los Ojos, Todo Sobre mi Madre o La Vida es Bella), pero en esta última, no sé si por aborrecer la película en si, no me aportaron nada: eran actores que hacían su trabajo, nada más.
En conclusión (porque podría seguir sacando defectos a esta película, como por ejemplo su sobrevaloración), esperaba ver una buena película cuando empecé a visionar El Espinazo del Diablo y, por desgracia, me lleve una decepcionante sorpresa. Si quieres ver una película donde se mezclan dos cosas totalmente opuestas y sin una conexión correcta o, simplemente llevarme la contraria, esta es tu película. Sin embargo, yo no la recomiendo.
Información de más
- La película tiene dos nominaciones a los Premios Goya, ambos en los aspectos estéticos de la película.
- El Deseo, la productora de los hermanos Almodóvar, es la productora del filme.
- La cinta tiene muchos puntos en común con la obra de Carlos Giménez "Paracuellos", de la que Guillermo del Toro es admirador.
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