En el blog hablamos de manga y anime pero respecto al cine nos faltaba alguna entrada de origen asiático. Quería recomendaros una que a mí me gusta especialmente. Es una historia que nos habla de una leyenda. La leyenda de un héroe que cambio el curso de la historia y originó la primera dinastía china, o almenos ésta es la versión de Zhang Yimou.
¿De qué va?
Nos encontramos en la China antigua dividida en siete reinos. Sin Nombre (Jet Li), es un hombre que ha dedicado su vida a aprender el arte de la lucha con espada. Su espada es la mejor de todas y así lo demuestra derrotando a los 3 conspiradores más peligrosos que están en busca y captura por el rey de Qin: Cielo, Nieve y Espada Rota. El rey se halla confinado en su palacio, preocupado por su propia seguridad ya que está en el punto de mira. Se ha labrado un buen número de enemigos intentado conquistar todos los reinos para unificarlos y que sean "Todo bajo el cielo". Sin Nombre tendrá el honor de poder reunirse con el rey en su palacio para narrarle como consiguió vencer a estos enemigos.
La crítica
Decir que Hero tiene personalidad propia es decir muy poco. Esta película tiene vida propia. Todo, absolutamente todo, está perfectamente articulado para que no falle ningún punto del filme. El control sobre todos los elementos es tal que parece que le director sea un maniático o que esté rodeado del equipo más perfeccionista de la industria.
Nos encontramos ante una historia sobre la guerra y la paz. Sobre los fines que justifican los medios. Todo con un emboltorio de artes marciales. Nos están explicando la lucha y victoria de la mejor espada del reino. Así que no es para menos que las luchas con espada, dagas o lanzas sean espectaculares. En este aspecto está en la línea de "Tigre y Dragón". Los guerreros vuelan con piruetas imposibles. Pero más que luchas parecen danzas. No quisiera cometer el error de que mal interpretéis mis lineas y creáis que las peleas son blandas, porque no lo son. Estamos ante el mismísimo Jet Li y digamos que aquí desplega su arsenal de "kung fu" (no me lo tengáis en cuenta, pero respecto a los tipos de lucha orientales ando un poco pez).
Lo que el argumento nos cuenta son las diferentes versiones de los hechos, contados por Sin Nombre, después interpretados por el emperador y finalmente desvelados por Li. Digamos que en un inicio en su explicación de los hechos, no es muy fiel a la realidad. Así que tenemos la misma historia contada de diversas maneras, cada una como una entidad propia. Siendo así, Yimou nos enseñará cada versión como un apartado diferenciado, principalmente por el uso que hace del color. Conforme se desentrañe más verdad en los hechos, irá cambiando de tono, del negro al rojo, al azul y finalmente al blanco.
El cine asíatico, tiene un estilo propio y bastante marcado en lo que respecta a cómo contar una historia. Se suele caracterizar por el uso de silencios, de un ritmo pausado, lento. En Hero se vislumbra este estilo. Aunque en algunas producciones asiáticas, para un espectador europeo puede ser un handicap, ya que no estamos acostumbrados, en este filme es llevado de una manera muy natural. Los silencios no son gratuitos, todos contienen una gran carga reflexiva, de tensión, de emoción contenida. No te queda la sensación de que el ritmo, más sosegado en los diálogos esté matando a los personajes, porque conforme avanza la historia los personajes van sacando más de sí mismos, nos muestran cómo se sienten. Quiero mencionar el plano de Nieve y Espada, uno frente al otro de rodillas. Sólo nos acompaña la melodía oriental arrancada de un instrumento de cuerda y de repente ella empieza a llorar. Se rompe la quietud del momento con un grito estremecedor de ella y Yimou nos abre el plano donde los vemos uno frente a otro en un paisaje desierto sin nada más que ambos con sus túnicas blancas de seda al viento, que hacen de refuerzo visual al llanto de ella. Bello y terriblemente emotivo.
En esta película vemos constantemente la mano del director. No hay nada dejado a la improvisación y aunque la historia es, en cierto modo, surrealista, consigue que sea natural, que fluya. Cada imagen es única, todas están repletas de una belleza casi constantemente sobrecogedora. El color, el encuadre, la interpretación, todos los elementos elaboran un tejido audiovisual arrollador que nuestras retinas van a memorizar. En ningún momento decae. Todo está mimado, cuidado hasta el detalle. Podríamos decir que nos encontramos ante una película preciosista.
Los personajes están tratados de manera comedida y aun así no dejan de arrojar a la historia amor, pasión, fuerza, ira, venganza, lealtad... Un cúmulo de emociones que se contraponen con esos diálogos minimalistas, en los que se dice lo que se requiere, no más. Las interpretaciones están al servicio de un fin común e individualemente son perfectas. Espada rota, que es un personaje tratado de forma blanda en un inicio, cobra la fuerza que le va dando su propia historia, tal cómo debería ser la evolución de cualquier personaje en una historia que valga la pena. Lo mismo que Nieve, la alumna de Espada rota, Luna o el propio rey.
En cuanto a la parte de la banda sonora. No soy músico y me perdonaran los que sean eruditos en el tema. Como humilde aficionada sólo puedo valorar si me gusta o no y si creo que va acorde con lo que veo o con lo que me quieren transmitir. Toda la parte de sonido se basa en música instrumental con un toque oriental con alguna que otra parte coreada. Acompañando en todo momento de la acción de los personajes. Es el elemento que, en mi opinión, hace que la película fluya dando homogeneidad a la historia, desgarrando con melodías de cuerda punteada en las luchas. Suavizando los momentos más trágicos con una suave melodía de Erhu ("violín chino").
Me da pena que nos idioticemos como espectadores, que si no nos lo dan todo mascado y cortado por el mismo patrón nos decepcione. También es cierto, que a veces se pasan de listos y nos dan producciones que no sabemos por dónde cogerlas, o que pecan de pretenciosas y acaban siendo mediocres. Inesperadamente, nos tropezamos con una historia como ésta que se sale del marco al que estamos acostumbrados.
Una obra audiovisual cuidada en extremo. No puedo dejar de sorprenderme cada vez que la veo. Esto es ARTE señores.
Información de más:
- Fue la primera película extrangera que consiguió ser número uno en su estreno en la taquilla Estadounidense.
- La lucha roja entre Luna y Nieve se rodó en un bosque de Mongolia. Yimou tuvo que esperar hasta que las hojas de los árboles fueran completamente amarillas. Incluso contrató a los nómadas locales para recoger las hojas más amarillas con el fin de cubrir el suelo completamente.
- Todos los soldados en la secuencia del ejército Qin, así como las secuencias de palacio, se llevaron a cabo por soldados reales del Ejércitop Liberación Popular de China, con excepción de los acróbatas. Se estima que 18.000 fueron usados como extras en la película.
Nota final: 10
Te lo podría decir por privado, pero he visto oportuno hacerlo público porque te lo mereces.
ResponderEliminarEsta crítica la he disfrutado de cabo a rabo, te has explicado super bien y me has hecho recordar que la película es una obra de arte 100%. No comparto ese 10, eso ya lo sabes, pero la crítica está perfilada al completo.
Ya puedes hacerte un regalito en tu honor porque se nota como estás mejorando muchísimo en la calidad de las críticas.
En serio, me ha encantado.
¡Jolines! ¡Qué me pongo roja! Gracias! Y eso que te lo diga el jefe no tiene precio, jejejeje. Encantada de que te encante.
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