The Florida Project. La inocencia en un motelucho de Florida [Cine]

¿De qué va?

Moonee es una pequeña niña que vive con su madre Halley de 22 años, en un motel barato a las afueras de Orlando (Florida): el Magic Castle Motel. Lo más parecido que Moonee tiene a un padre es Bobby, el gerente del motel, un hombre cauto y diligente que se burla de las payasadas de los niños. Halley ha perdido su trabajo, y otra niña de la misma edad que Moonee se acaba de mudar al motel de al lado. 

La crítica

Con 'The Florida Project', Sean Baker (el director) nos propone un viaje a una colorida pero miserable Florida. El objetivo de Baker es retratar, a ojos de una pequeña niña, la vida que ella y su joven madre tienen en un motel de mala muerte, con todo lo que ello conlleva.

El principal recurso de Baker para poder representar en toda su complejidad lo difícil que es convivir en un motel de carretera, es a través de la ignorancia infantil. Moonee es el motor de la película. La seguiremos allá donde vaya de aventuras, todas ellas gamberradas de un nivel bastante elevado para una niña que apenas tenga diez años. Moonee es el máximo exponente de la mala educación infantil: no respeta a los adultos, engaña a la gente, dice mentiras, palabrotas y, por encima de todo, hace lo que le da la gana.
Sin Moonee no hay película. Todo pasa para y por ella. Es ella la encargada de hacer llegar el mensaje al espectador: la vida no es tan dulce como parece y todo tiene consecuencias. La joven actriz de siete años, Brooklynn Prince, ofrece una interpretación digna de toda mención. Si allá en 2007 se nominó a Abigail Breslin a mejor actriz con solo diez años, bien podía haber sido nominada este año la joven protagonista de 'The Florida Project'. 

Además de ella, otros dos personajes con mucha influencia en la obra son su madre y el gerente del motel. La primera representa, más aún que Moonee, la inmadurez. No tiene trabajo y no piensa buscar uno, te pasas toda la película esperando un cambio porque la pequeña Moonee lo merece pero parece que su madre no quiera aceptarlo. En contraposición, el gerente del motel, Bobby, es la mano dura. Bobby es, después de Moonee, el mejor personaje de la obra. Es la barrera entre la pobre gente que vive en el motel, gente sin estudios y sin mucho dinero en sus bolsillos y su jefe. Se encarga de poner orden, de dar broncas y sermones, pero los protege de todo tipo de males exteriores y es el otro punto de vista de la película, el cual seguramente represente al espectador, quien se preocupa por los personajes más desgraciados de la cinta. Sobra decir que Willem Dafoe tiene su nominación a los Oscars por transmitir todo ello de manera espectacular.
Con esto y un par más de personajes (los amigos de Moonee), las dos horas de metraje nos muestran la peor y la mejor cara de ser pequeño/a. Por un lado tienes esa ilusión por hacer cualquier cosa, sea correr, molestar a la gente o jugar con el resto de niños/as. Baker hace especial inciso en que cuando se es pequeño poco necesitas para ser feliz. Desgraciadamente, por otro lado tienes la parte mala de ser una/o cría/o, en la que no eres capaz de valerte por ti mismo y, si nadie lo hace por ti, puedes quedarte sin una educación o peor incluso, sin hogar.

Además de utilizar a Moonee, Baker satiriza el tópico de "vivir en un castillo de cuento de hadas", puesto que el motel donde se alojan Moonee y su madre, el Magic Castle Motel, es de color lila, como si se tratase del típico sitio de ensueño donde quieres vivir de mayor. Nada más lejos de la realidad, tan solo se trata de una fachada colorida la cual está llena de mugre: drogas, sexo y peleas son sus auténticos residentes.
De hecho, es el contraste entre la inocencia de Moonee y la transgresión de todo lo que representa un motel de carretera (o de mala muerte) lo que da carácter a la obra. La ambientación de la película, en ese sentido, es perfecta. Baker siembra la semilla de la responsabilidad en el espectador por Moonee, queremos verla en otro entorno con mejor vida pero ella es feliz allí donde está aunque no entienda todo aquello que está presente en su vida que es negativo y dudable moral. 

Aunque hay parte del metraje que repite en si mismo. Queda claro que Moonee es una cría querida pero no atendida y educada como merece, no es necesario repetir la misma fórmula una y otra vez con otro tipo de momentos del verano de Moonee. De hecho, hay ciertos momentos en los que esperas que ocurra algo, porque la situación es insostenible y, sin embargo, no ocurre nada. 
En consecuencia, el desenlace de la obra me dejo algo confundido. Por un lado tuve la sensación de que Baker no sabía cuando dejar de grabar y como cerrar el telón de una historia como la que narra. Pero por otro lado, el final es emotivo y apasionado. Baker da en el clavo y remata con firmeza algo que se ve a leguas que va a ocurrir. La bomba final que Baker detona es espectacular, la narración de los hechos y el transcurso de los mismos es inmejorable. Has visto algo diferente, es emotivo y próximo, pero hasta que no llegas al final no te das cuenta de ello.

Concluyo pues que 'The Florida Project' es una película de la que todos podríamos haber sido protagonistas y que, por las circunstancias que fuesen, hemos tenido la suerte de no serlo. Gracias a su ambientación, la inocencia infantil y sus historia: entretiene, gusta y conmueve.

Información de más
  • El nombre 'The Florida Project' fue uno de los nombres iniciales para el parque de atracciones Disney World.
  • Mientras la mayoría de la película fue filmada en película de 35mm, la escena final fue rodada con iPhone y dentro del recinto de la escena final (0 spoilers), sin contar con su conocimiento ni consentimiento.
  • Los moteles aparecidos en la película son realmente genuinos, ya que continuaron abiertos durante el rodaje y, por ello, figuran tanto residentes como personal propio del motel.


Nota final: 8

Tirso Vargas

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